Huelga de los trabajadores estatales de Sri Lanka, en protesta por los elevados impuestos
COLOMBO, Sri Lanka (AP) – Los trabajadores de la sanidad, los ferrocarriles, los puertos y otros servicios públicos de Sri Lanka iniciaron el miércoles una huelga de un día para protestar contra las fuertes subidas de los impuestos sobre la renta y las tarifas eléctricas, mientras la nación insular espera la aprobación de un paquete del Fondo Monetario Internacional para ayudar a su economía en bancarrota.
La mayoría de los hospitales públicos del país suspendieron sus consultas externas porque médicos, enfermeras y farmacéuticos estaban en huelga. Los ferrocarriles operan con menos trenes y soldados armados vigilan los vagones y las estaciones de tren temiendo sabotajes.
Los sindicatos afirman que el aumento de los impuestos y de las tarifas eléctricas les ha golpeado duramente en medio de las dificultades derivadas de la peor crisis económica del país. Han amenazado con prolongar la huelga indefinidamente si el gobierno no atiende sus demandas.
El gobierno afirma que se vio obligado a subir los impuestos para reforzar los ingresos del Estado y las tarifas eléctricas para cubrir los costes de producción, requisitos clave para desbloquear el paquete de 2.900 millones de dólares propuesto por el FMI. Las autoridades afirman que consiguieron hacer funcionar algunos trenes y la mayoría de los bancos estatales a pesar de la huelga.
La Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, declaró la semana pasada que la junta del fondo se reunirá el 20 de marzo para considerar la aprobación final del paquete de rescate de Sri Lanka, después de que China diera garantías cruciales para la reestructuración de la deuda.
Sri Lanka anunció el año pasado que suspendía el reembolso de sus préstamos exteriores en medio de una grave crisis de divisas que provocó escasez de combustible, alimentos, medicinas y gas para cocinar, además de largos cortes de electricidad. La crisis desembocó en protestas callejeras que obligaron al entonces Presidente Gotabaya Rajapaksa a huir del país y dimitir.
El Presidente Ranil Wickremesinghe, desde que asumió el poder el pasado mes de julio, ha conseguido poner fin a los cortes de electricidad y reducir la escasez.
El Banco Central ha declarado que las reservas del país han mejorado y que la rupia de Sri Lanka ha empezado a fortalecerse tras desplomarse el año pasado. Según la autoridad monetaria, el Banco Central ha arrebatado al mercado negro el control del comercio de divisas.
Sin embargo, los críticos afirman que el fortalecimiento de la moneda podría estar vinculado al control de las importaciones y que está destinada a debilitarse una vez que el país vuelva a abrirse a las importaciones.
Wickremesinghe declaró al Parlamento la semana pasada que se necesitan reformas difíciles para mantener el rumbo del programa del FMI. Eludirlas, como ha hecho el país en 16 ocasiones anteriores, podría suponer un peligro, añadió, señalando que cualquier ruptura obligaría a Sri Lanka a devolver entre 6.000 y 7.000 millones de dólares de deuda externa cada año hasta 2029.
Sin embargo, no encontró el apoyo de los partidos de la oposición ni de la opinión pública, que dicen que está protegiendo a la destituida familia Rajapaksa de las acusaciones de corrupción, causante según ellos de la crisis económica, a cambio de su apoyo a su presidencia.