Activista polaca condenada por ayudar a obtener píldoras abortivas
VARSOVIA, Polonia (AP) – Un tribunal de Varsovia condenó el martes a una activista de los derechos de la mujer por ayudar a una víctima de violencia doméstica a acceder a píldoras abortivas en Polonia, y la sentenció a ocho meses de servicios comunitarios.
El caso de Justyna Wydrzyńska ha sido seguido de cerca por activistas de derechos humanos, que creen que sentará un precedente en un país con una de las legislaciones sobre el aborto más restrictivas de Europa.
Temen que los cargos y una sentencia condenatoria creen una atmósfera de represión que intimide a los activistas de los derechos de la mujer y les disuada de ayudar a las mujeres que quieren abortar.
Una organización de derechos reproductivos, la Federación Internacional de Planificación de la Familia, se declaró “consternada” por el hecho de que Wydrzyńska vaya a tener ahora antecedentes penales por ayudar a una mujer que mantenía una relación abusiva.
“Estamos profundamente entristecidos por la decisión e indignados por todo el proceso. Condenar a una persona por un acto de empatía y compasión hacia otro ser humano es inconcebible”, declaró la portavoz Irene Donadio.
Ordo Iuris, un instituto jurídico ultracatólico que se sumó al caso del lado de la acusación como parte interesada, celebró la sentencia como “un paso importante hacia el respeto real del derecho a la vida de los niños no nacidos vigente en Polonia.”
“La acusada, así como todo el entorno de activistas abortistas, llevan años promoviendo el aborto, incluido el farmacológico, burlándose de la conocida ley vigente en Polonia”, señaló la organización en un comunicado.
Los fiscales habían acusado a Wydrzyńska de “ayudar a abortar”, un delito castigado con hasta tres años de cárcel, por ayudar a una mujer en 2020 a obtener las píldoras.
La mujer, identificada en los medios de comunicación polacos solo como Anna, ya tenía un hijo y su pareja le impidió viajar al extranjero para abortar. Al parecer, su pareja la denunció a la policía por obtener las píldoras.
En su declaración final ante el tribunal, Wydrzyńska describió cómo quería ayudar a la mujer porque ella también había tenido una relación con un marido maltratador y había abortado al final de su matrimonio para liberarse a sí misma y a sus tres hijos de esa situación.
Dijo que no se arrepentía de haber ayudado a Anna.
“Soy inocente”, dijo. “Este Estado es culpable y me ha fallado… y a millones de mujeres en este país”.
Wydrzyńska recurrirá el caso, según informan los medios polacos. Es cofundadora de Abortion Dream Team, una organización que ofrece información y apoyo a las mujeres que quieren abortar.
Polonia, país predominantemente católico, prohíbe el aborto en casi todos los casos, con excepciones únicamente cuando la vida o la salud de la mujer están en peligro o si el embarazo es consecuencia de una violación o un incesto.
Durante años se permitió el aborto en el caso de fetos con defectos congénitos. Sin embargo, el Tribunal Constitucional del país dictaminó en 2020 que era inconstitucional.
En la práctica, las mujeres polacas que desean interrumpir su embarazo encargan píldoras abortivas o viajan a Alemania, la República Checa y otros países donde el procedimiento está permitido. Mientras que autoadministrarse píldoras abortivas es legal, ayudar a otra persona no lo es.