A Ken August Meyer no le gusta su aspecto. En 2000, poco después de licenciarse en Bellas Artes, le diagnosticaron una enfermedad autoinmune incurable llamada esclerodermia que le endurecía la piel, le inflamaba las articulaciones y amenazaba sus órganos. En una ocasión, los desconocidos le confundieron con un maniquí porque sus brazos se parecían a […]Read More