La ley de neutralidad de la red de California se mantiene como un golpe para las empresas de telecomunicaciones
Un tribunal federal de apelaciones ha confirmado la ley de neutralidad de la red de California, rechazando un intento de los grupos de la industria de las telecomunicaciones de impedir que el estado la aplique.
El Tribunal de Apelaciones del 9º Circuito confirmó una sentencia anterior, lo que significa que el statu quo se mantiene y el estado puede seguir aplicando la ley. Esto significa que California puede continuar con su prohibición de que los proveedores de Internet ralenticen o bloqueen el acceso a sitios web y aplicaciones que no pagan por el servicio premium.
La ley de neutralidad de la red de California fue firmada por el ex gobernador Jerry Brown en 2018. Eso ocurrió después de que los reguladores durante la administración Trump mataran las reglas federales de neutralidad de la red diseñadas para evitar que AT&T, Comcast, Verizon y otros grandes proveedores de Internet explotaran su dominio para favorecer ciertos servicios o aplicaciones sobre otros.
En respuesta, siete estados y Puerto Rico promulgaron sus propias políticas de neutralidad de la red. El esfuerzo más amplio de este tipo se produjo en California, que empezó a aplicar la ley el año pasado, con consecuencias potencialmente importantes para el resto de Estados Unidos.
La administración Trump demandó para bloquear la ley de California de 2018, impidiendo que entrara en vigor durante años, pero la administración Biden ha retirado esa demanda.
El viernes, los defensores de la neutralidad de la red celebraron la decisión del tribunal, pero pidieron leyes federales de neutralidad de la red.
“Esta victoria es importante porque ofrece protección a los habitantes de nuestro estado más poblado e impulsa el debate nacional”, dijo Matt Wood, vicepresidente de política y consejero general del grupo de defensa del consumidor Free Press, en un comunicado. “Sin embargo, por tremendo que sea, seguimos necesitando que la FCC de Biden reclame su autoridad no sólo para las normas de Internet abierta en todo el país, sino para las políticas que promueven conexiones de Internet asequibles, resistentes, justas y razonables para todos”.
Las grandes empresas de telecomunicaciones se oponen a la regulación más estricta que conlleva la normativa de neutralidad de la red y la han combatido ferozmente en los tribunales. Dicen que la normativa puede socavar la inversión en banda ancha e introducir incertidumbre sobre lo que eran prácticas comerciales aceptables.
Dicen que prefieren un enfoque nacional a uno estatal, pero la industria ha luchado contra anteriores normas federales de neutralidad de la red. Pero con un Senado dividido al 50% entre los partidos, es posible que la legislación en el Congreso no obtenga suficiente apoyo para ser aprobada.