La central eléctrica londinense de Battersea abre sus puertas tras una enorme renovación
LONDRES (AP) – Una antigua central eléctrica a orillas del Támesis que estuvo abandonada durante décadas abre sus puertas el viernes tras una remodelación de 9.000 millones de libras (10.000 millones de dólares) para convertir el emplazamiento del sur de Londres en una nueva atracción con tiendas, bares y cientos de apartamentos.
La central eléctrica de Battersea, alimentada con carbón, suministró electricidad a Londres desde la década de 1930 hasta la de 1970, alimentando lugares como el Palacio de Buckingham o el edificio del Parlamento. El edificio de ladrillo -uno de los más grandes de Europa y tan vasto que la catedral de San Pablo puede caber dentro de su sala de calderas principal, según los promotores- fue famoso por aparecer junto a un cerdo volador en la portada del álbum “Animals” de Pink Floyd.
Tras el desmantelamiento de la central eléctrica en 1983, el emplazamiento quedó como una zona industrial vacía y en expansión durante décadas, con varias propuestas de reurbanización -incluida una para convertirla en un parque temático cubierto- abandonadas debido a los enormes costes de reparación y conservación del edificio, que estaba destinado a ser protegido como patrimonio.
La central eléctrica fue comprada por un consorcio de inversores malayos en 2012, y el emplazamiento cuenta ahora con un parque a orillas del río, una nueva estación de metro de Londres, complejos de oficinas para albergar la nueva sede de Apple en Londres y cientos de lujosos apartamentos nuevos.
El viernes se abrió al público por primera vez el edificio restaurado, que ahora alberga decenas de tiendas, bares y restaurantes en sus salas de turbinas. Las cuatro chimeneas de la central fueron reconstruidas según las especificaciones originales, y una de ellas albergará una nueva atracción que llevará a los visitantes de pago hasta la cima de la chimenea en un ascensor de cristal para disfrutar de vistas panorámicas del horizonte de Londres.
Los promotores afirman que cuando todo el proyecto esté terminado, se espera que unas 25.000 personas vivan y trabajen en el lugar. Dicen que la regeneración proporcionará 20.000 puestos de trabajo e impulsará la economía local y nacional.
El proyecto de la central eléctrica forma parte de una enorme remodelación de un tramo del suroeste de Londres que incluye Battersea y la zona llamada Nine Elms, a la que se trasladó la embajada de Estados Unidos en 2018. La zona solía albergar muelles y depósitos industriales, pero ahora está irreconocible con docenas de edificios de apartamentos de lujo de gran altura.
Los críticos dicen que los planes exacerban la desigualdad en Londres porque no incluyen suficientes viviendas asequibles, y los altos precios han expulsado a la mayoría de los residentes locales en favor de los ricos inversores internacionales.