El virus y los disturbios destacan las imágenes del año de AP en Asia
SEÚL, Corea del Sur (AP) – El segundo año de la pandemia fue notablemente tumultuoso para Asia, que continuó atenazada por terribles pérdidas, al tiempo que vio cómo el malestar social y político generalizado y los frágiles logros democráticos eran borrados por un aumento de la autocracia.
Desde un golpe de estado militar hasta protestas y violencia, pasando por el horror del aumento de víctimas mortales del virus y unos Juegos Olímpicos sin público, celebrados bajo el espectro del COVID-19, los fotoperiodistas de The Associated Press en Asia captaron la volatilidad de 2021 con poderosas imágenes que quedarán grabadas en la memoria.
El año comenzó con el optimismo de la llegada de las vacunas y la esperanza de que los sufrimientos de la pandemia están llegando a su fin.
Pero la atención mundial se desplazó rápidamente hacia Myanmar, donde los líderes militares pusieron fin a años de gobierno cuasi democrático con la toma del poder en febrero y luego procedieron a reprimir violentamente las protestas de cientos de miles de personas, que se arriesgaron a ser arrestadas, heridas y muertas.
Las imágenes de AP transmiten la furia y el miedo en las calles de ciudades como Naypyitaw y Mandalay, donde los manifestantes gritaban con pancartas contra el golpe y el saludo de tres dedos de la resistencia tomado de las películas de “Los Juegos del Hambre”.
Soldados fuertemente armados montan guardia en un puesto de control con vehículos blindados, sellando el camino hacia el parlamento de Naypyitaw. Un manifestante con un casco blanco de construcción crea una cortina de humo amarilla con un extintor mientras sus compañeros huyen de las fuerzas de seguridad. Una mujer es retenida por los vecinos mientras llora incontroladamente sobre el cuerpo de su hijo, que ha recibido un disparo mortal.
Myanmar no fue el único lugar de Asia en el que se produjeron importantes retrocesos en las libertades democráticas.
En Hong Kong, las autoridades prohibieron una vigilia anual con velas para recordar la masacre de la Plaza de Tiananmen de 1989, dejando el pintoresco Parque Victoria de la ciudad vacío el 4 de junio por primera vez en décadas. Las autoridades también recurrieron a una amplia ley de seguridad nacional para detener a periodistas y ejecutivos del periódico prodemocrático Apple Daily, que imprimió su última edición el 24 de junio.
La intensificación de la represión en la ciudad conocida durante mucho tiempo por sus libertades se produce mientras el presidente chino Xi Jinping refuerza su control autoritario en Pekín.
El 28 de junio, Xi Jinping fue el protagonista de una espectacular gala al aire libre para conmemorar el centenario del Partido Comunista, un evento multitudinario en el que miles de artistas glorificaron su liderazgo. Días después, Xi prometió en un discurso “cabezas rotas y derramamiento de sangre” para cualquiera que intente intimidar a China, subrayando una confrontación cada vez más intensa con Estados Unidos y otros países que han criticado el historial de derechos humanos, la expansión militar y las políticas comerciales y tecnológicas de Pekín.
La agitación continuó en Cachemira, un punto álgido entre India y el vecino Pakistán. Se vio a los aldeanos preocupados hablando a través de una malla de la ventana llena de balas, mientras una mujer joven lloraba antes de la cremación de su marido, un profesor de escuela asesinado en un ataque que las autoridades atribuyeron a los militantes que se resisten al gobierno indio.
También se perdieron vidas a causa de los desastres naturales. Los residentes del noreste de Filipinas fueron vistos empujando carritos de bebé llenos de pertenencias que recuperaron de las casas destruidas tras el tifón Vamco, que mató a docenas de personas en noviembre.
Mientras tanto, el virus siguió causando estragos en toda la región. Las esperanzas de una rápida vuelta a la normalidad se vieron truncadas por la lentitud y la irregularidad del despliegue de la vacuna y la devastadora variante delta, que aumentó las hospitalizaciones y las muertes.
Las llamas y el humo se elevaron desde hileras e hileras de piras funerarias durante una cremación masiva de víctimas del coronavirus en Nueva Delhi, donde se quemaron tantos cuerpos que las autoridades se enfrentaron a la exigencia de cortar árboles en parques públicos para obtener leña.
En Japón, las autoridades se apresuraron desde principios de año a distribuir las vacunas, que se conservaron en congeladores de alta tecnología a temperaturas ultrabajas, mientras se preparaban para celebrar los Juegos Olímpicos de Verano en Tokio tras un año de retraso. Los juegos se celebraron en julio y agosto con la mayoría de los espectadores prohibidos.
En un año marcado por la discordia, la ira y las muertes, los fotógrafos de AP encontraron momentos conmovedores de calma, alegría y belleza.
Los devotos hindúes bailaron, lanzaron polvos de colores al aire y se embadurnaron de púrpura brillante mientras celebraban el Holi, el festival indio de los colores. Una imagen de mayo muestra un yate navegando mientras la luna sale en Sidney, horas antes de que la luna se volviera de color naranja rojizo durante un eclipse lunar total que también fue observado por una pareja en una playa de Bali, Indonesia.
Las reverberaciones de 2021 pesarán mucho cuando Asia entre en un nuevo año. La región acogerá en febrero otros Juegos Olímpicos, esta vez los de invierno de Pekín, queya se han visto empañados por un boicot diplomático liderado por Estados Unidos por el historial de derechos humanos de Pekín. La aparición de la variante omicron ha asegurado que la era del COVID-19 no ha terminado.