El Papa expresa su esperanza de que la Iglesia en China pueda operar en libertad
CIUDAD DEL VATICANO (AP) – El Papa Francisco expresó el domingo su cercanía espiritual a los católicos en China, expresando su esperanza de que la iglesia allí opere en “libertad y tranquilidad”, pero no mencionó a un cardenal de 90 años que fue arrestado recientemente en Hong Kong.
Dirigiéndose al público reunido en la Plaza de San Pedro para el tradicional discurso dominical del pontífice, Francisco señaló que la Iglesia celebra, el 24 de mayo, a la “Santísima Madre María, Auxilio de los Cristianos”, y recordó que María es la patrona de los católicos en China.
“La alegre circunstancia me ofrece la ocasión de renovarles la seguridad de mi cercanía espiritual”, dijo el pontífice. Añadió que “sigo con atención y participación la vida y los asuntos de los fieles y pastores, a menudo complejos, y rezo cada día por ellos.”
El cardenal Joseph Zen fue detenido el 11 de mayo junto con al menos otras tres personas, bajo la sospecha de connivencia con fuerzas extranjeras para poner en peligro la seguridad nacional de China. Fue liberado esa misma noche.
Zen ha sido mordaz en sus críticas a China y ha arremetido contra el acuerdo del Vaticano en 2018 con China sobre el nombramiento de obispos en ese país. Ha caracterizado el acuerdo, que se renueva este año, como una venta de los cristianos que rinden culto en congregaciones clandestinas en China para evitar el acoso de las autoridades del régimen comunista.
En sus palabras, Francisco invitó a los fieles presentes en la plaza a unirse a él en la oración, “para que la iglesia en China, en libertad y tranquilidad, pueda vivir en comunión efectiva con la iglesia universal y pueda ejercer su misión de anunciar el Evangelio a todos, ofreciendo, así, una contribución positiva al progreso espiritual y material de la sociedad.”
El acuerdo entre el Vaticano y China pretende reducir las tensiones por la insistencia china en influir en el nombramiento de los obispos, que, según el Vaticano, es prerrogativa de los pontífices.
El Vaticano ha afirmado que el acuerdo evita un cisma aún más profundo en la Iglesia china después de que Pekín nombrara en el pasado a obispos sin el consentimiento del Papa. El acuerdo regularizó el estatus de siete de estos obispos “ilegítimos” y los puso en plena comunión con el Papa.
Las detenciones, incluida la de Zen, en Hong Kong ampliaron la represión general de todas las formas de disidencia, penetrando aún más en las instituciones económicas, religiosas y educativas de la ciudad, respetadas desde hace tiempo.
El Vaticano ha dicho que se enteró de las detenciones de Zen con “preocupación” y que seguía “la situación con extrema atención.”