Colombia y los rebeldes del ELN comienzan a moverse para reiniciar las conversaciones de paz

 Colombia y los rebeldes del ELN comienzan a moverse para reiniciar las conversaciones de paz

LA HABANA (AP) – El nuevo gobierno de Colombia y los miembros del último grupo guerrillero de la nación dieron pasos el viernes hacia el reinicio de las conversaciones de paz que fueron suspendidas hace tres años en Cuba.

Tras una reunión entre representantes de ambas partes en La Habana, el comisionado nacional de paz de Colombia, Danilo Rueda, dijo que el gobierno daría los “pasos judiciales y políticos” necesarios para hacer posible las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional, conocido como ELN.

Los observadores consideran probable que esos pasos incluyan el levantamiento de las órdenes de captura contra los negociadores del ELN que actualmente viven exiliados en Cuba.

La administración del recién estrenado presidente Gustavo Petro se comprometerá con la delegación del ELN y los considera representantes legítimos del grupo rebelde, dijo Rueda.

“Creemos que el ELN tiene la misma voluntad de paz que el gobierno colombiano”, dijo Rueda en su declaración. “Y esperamos que estén escuchando las muchas voces que en diferentes territorios buscan una solución pacífica a este conflicto armado”.

Las conversaciones de paz entre el anterior gobierno de Colombia y el ELN terminaron en 2019 después de que los rebeldes hicieran estallar un coche bomba en una academia de policía en Bogotá y mataran a más de 20 cadetes.

Tras ese incidente, las autoridades colombianas emitieron órdenes de arresto contra los líderes del ELN en Cuba para las negociaciones de paz. Pero Cuba se negó a extraditarlos, argumentando que hacerlo comprometería su condición de nación neutral en el conflicto y rompería con los protocolos diplomáticos.

Estados Unidos respondió incluyendo a Cuba en su lista de estados patrocinadores del terrorismo.

Petro ha dicho que quiere iniciar conversaciones de paz con los grupos armados restantes de la nación en un esfuerzo por reducir la violencia en las zonas rurales y traer una paz duradera a la nación de 50 millones de personas.

Un acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y el mayor ejército guerrillero de la nación, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC, ayudó a reducir los secuestros, los homicidios y los desplazamientos forzados.

Sin embargo, la violencia ha aumentado en algunas partes del país, ya que los retenidos de las FARC, los grupos de narcotraficantes y el ELN luchan por las rutas de contrabando de cocaína, las minas ilegales y otros recursos que fueron abandonados por las FARC.

En julio, los grupos criminales perpetraron casi 90 ataques contra la policía y el ejército, en los que murieron 13 policías, según CERAC, un centro de estudios que supervisa la violencia en Colombia. Fue uno de los meses más peligrosos para las fuerzas armadas colombianas en las últimas dos décadas.

El ELN, fundado en la década de 1960, ha sido designado durante mucho tiempo por el Departamento de Estado de Estados Unidos como organización terrorista extranjera. Se calcula que el grupo tiene unos 2.500 combatientes en Colombia y también dirige rutas de tráfico de drogas, extorsiones y minas ilegales en la vecina Venezuela.

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Rueda informó desde Bogotá, Colombia.

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