LONDRES (AP) – Un hombre británico que mantuvo a cuatro personas como rehenes en una sinagoga de Texas despotricó contra los judíos y las guerras estadounidenses en países como Afganistán mientras su hermano le suplicaba que se rindiera y liberara a los cautivos, según muestra una grabación de la conversación.
En la grabación llena de improperios publicada en el sitio web de The Jewish Chronicle, Malik Faisal Akram, de 44 años, dijo que estaba “bombardeado” y equipado con “todas las municiones” mientras hablaba con su hermano el sábado desde el interior de la Congregación Beth Israel en Coleyville, Texas.
Gulbar Akram instó a su hermano a dejar las armas y volver con sus hijos con vida.
“No necesitas hacer esto. ¿Por qué lo haces?”, dijo. “Sólo empaca. Cumplirás un tiempo y luego saldrás”.
“Estos tipos que tienes ahí, son gente inocente, hombre”, dijo.
En respuesta, Akram se agitó cada vez más y dijo que esperaba que las autoridades estadounidenses se fijaran en los rehenes judíos y accedieran a su petición de que liberaran a Aafia Siddiqui, una neurocientífica paquistaní condenada por intentar matar a soldados estadounidenses en Afganistán.
Akram dijo que había rezado por el ataque durante dos años. Dijo que estaba dispuesto a convertirse en un mártir y que sus hijos no deberían llorar en su funeral.
“Le prometí a mi hermano, cuando lo vi en su lecho de muerte, que me convertiría en un mártir”, dijo en un momento dado. Uno de sus hermanos menores, que contrajo el COVID-19, murió hace unos meses.
“He venido a morir, G, ¿vale?”- le dijo el secuestrador a su hermano. “He rezado a Alá durante dos años por esto… Vuelvo en una bolsa para cadáveres”.
El enfrentamiento de 10 horas del sábado en la sinagoga del suburbio de Dallas terminó después de que el último rehén saliera corriendo de la sinagoga y un equipo SWAT del FBI entrara rápidamente. Akram fue asesinado, aunque las autoridades no han dicho quién le disparó.
En un seminario web organizado el jueves por la Liga Antidifamación, el director del FBI, Christopher Wray, dijo que la agencia entiende que tales actos son aterradores para toda la comunidad judía.
“Esto no fue un suceso al azar. Fue intencional. Fue simbólico, y no vamos a tolerar el antisemitismo en este país”, dijo Wray.
El FBI sigue registrando teléfonos y otros dispositivos mientras investiga por qué Akram apuntó a esta sinagoga en particular, dijo Wray.
El Chronicle dijo que la grabación era parte de otra más larga de 11 minutos y medio que obtuvo de una “fuente de seguridad”. The Associated Press no pudo confirmar de forma independiente la autenticidad de la grabación, pero los expertos creen que es auténtica.
Mientras tanto, la policía británica dijo el jueves que ha detenido a dos personas en relación con la toma de rehenes.
La Policía Antiterrorista del Noroeste dijo que un hombre fue detenido el jueves en Birmingham y otro en Manchester. Se les ha retenido para interrogarles y no se les han presentado cargos.
La policía no reveló detalles sobre las dos personas. La policía británica no da a conocer los nombres ni los detalles de los detenidos hasta que no se presentan cargos contra ellos.
El domingo, la policía detuvo a adolescentes británicos en Manchester como parte de la investigación. Posteriormente fueron puestos en libertad sin cargos.
Malik Faisal Akram era de Blackburn, una ciudad industrial del noroeste de Inglaterra. Su familia dijo que había estado “sufriendo problemas de salud mental”.
Entró en Estados Unidos con un visado de turista unas dos semanas antes y pasó un tiempo en refugios para indigentes del área de Dallas antes del ataque a la sinagoga.
El FBI ha calificado el incidente como “un asunto relacionado con el terrorismo” dirigido a la comunidad judía.
Los medios de comunicación británicos, incluidos The Guardian y la BBC, han informado de que Akram fue investigado por el servicio de inteligencia nacional MI5 como posible “amenaza terrorista” en 2020. Pero las autoridades concluyeron que no representaba ningún peligro y la investigación se cerró.
La Casa Blanca dijo el martes que Akram había sido cotejado con las bases de datos de las fuerzas de seguridad estadounidenses antes de entrar en el país, pero no levantó ninguna bandera roja.
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El periodista de Associated Press Eric Tucker en Washington contribuyó a este informe.