Como larva, sus largos mechones de espinas negras venenosas pican e irritan la piel, cubriendo las manos de los granjeros con ronchas rojas furiosas. Y si hay suficientes, deshojarán completamente las vides, inducirán la pudrición de la uva y no dejarán nada excepto una hoja esqueletizada “necrótica”, tal como su nombre lo indica. Y ahora, […]Read More