Cuando tenía 13 o 14 años, tenía un buen amigo llamado Ola. A veces iba a su casa después de la escuela. Era estudiosa, curiosa y tímida, como yo, y pasábamos horas felizmente leyendo en silencio mientras tramamos nuestras vidas futuras, con representaciones de nuestras futuras casas de ensueño. La familia de Ola había emigrado […]Read More