Kimberly Balde, de Chicago, estaba sentada en un monovolumen, con sus sobrinas pequeñas y un primo adulto, cerca de la calle Lombard de San Francisco el lunes por la tarde, cuando escuchó un fuerte y sorprendente golpe. Kimberly miró detrás de ella, al otro lado del asiento trasero, para comprobar si los niños, de 2 […]Read More