Es verano. Estás en la piscina. Has estado intentando pararte de manos. Has estado conteniendo la respiración competitivamente. Has estado diciendo “¡Polo!” y luego el perro remando (sigilosamente, furiosamente) alejándose del sonido de su propia voz. Estás hambriento. Escuchas una canción de cuna en el estacionamiento. Ha llegado el camión de los helados y tu […]Read More