SALE, Marruecos (AP) – Como combatiente del grupo Estado Islámico que dejó su Marruecos natal para unirse a lo que consideraba una lucha santa en Siria, Mohsin dice que vio todos los horrores de la guerra. “Una experiencia aterradora”, dice. Ahora, prisionero, este hombre de 38 años afirma que ya no es el fanático que […]Read More