Se anulan las condenas de un hombre neozelandés 3 años después de su muerte

WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP) – El Tribunal Supremo de Nueva Zelanda tomó el viernes la inusual medida de anular las condenas de un hombre a pesar de que murió hace tres años.

El tribunal consideró que se había producido un error judicial sustancial después de que Peter Ellis fuera condenado por abusar sexualmente de niños en la guardería donde trabajaba como profesor hace más de 30 años.

Normalmente, las apelaciones terminan cuando el denunciante muere. Pero en este caso, el tribunal consideró que era en interés de la justicia que la apelación continuara incluso después de que Ellis muriera de cáncer en 2019 a los 61 años.

Cuando Ellis fue juzgado por primera vez en 1993, fue en un contexto mundial de preocupación por el abuso ritual satánico.

El caso contra él se basó en los recuerdos de niños muy pequeños, y muchos cuestionaron sus méritos desde el principio. Algunos creían que el hecho de que fuera abiertamente gay jugaba en su contra.

Ellis fue condenado en 1993 por 16 cargos de abuso sexual contra siete niños que asistían a la guardería de Christchurch. Pasó siete años en prisión y siempre mantuvo su inocencia.

El Tribunal Supremo consideró que las pruebas de la testigo de la acusación Karen Zelas, una psiquiatra que supervisó los interrogatorios de los niños, carecían de equilibrio y adolecían de un razonamiento circular.

El tribunal consideró que Zelas no informó al jurado de otras posibles explicaciones de los comportamientos de los niños, que iban desde la enuresis y los problemas de sueño hasta el comportamiento sexualizado.

El tribunal también consideró que Zelas no había explicado completamente el riesgo de que las pruebas de los niños hubieran sido contaminadas, por ejemplo, por sus padres, que se habían reunido entre ellos antes del juicio.

El hermano de Ellis, Mark Ellis, dijo a los periodistas que la decisión se había hecho esperar.

“Me gustaría que mi hermano estuviera aquí, porque era realmente lo que se merecía”, dijo.

Sin embargo, los padres de algunos de los niños de los que Ellis fue acusado de abusar dijeron que estaban “conmocionados y entristecidos” por la decisión y que el tribunal había favorecido a un criminal por encima de las víctimas.

Un argumento inusual esgrimido por los abogados de Ellis fue que, según las costumbres y valores indígenas maoríes, el “mana” de una persona -su prestigio y estatura- continúa después de su muerte. El propio Ellis no era maorí, pero el tribunal aceptó que el argumento podía aplicarse a cualquier neozelandés.

Aunque el argumento no terminó siendo un factor decisivo, el tribunal consideró que apoyaba y reforzaba su conclusión de que el recurso debía continuar después de la muerte de Ellis.

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