TALLAHASSEE, Fla. (AP) – El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó el viernes un proyecto de ley para disolver el gobierno privado que Walt Disney World controla en su propiedad en el estado, castigando al gigante del entretenimiento por oponerse a una nueva ley que los críticos llaman “Don’t Say Gay”.
Se espera que la medida tenga enormes implicaciones fiscales para Disney y agriete aún más la relación entre el gobierno dirigido por los republicanos y un importante actor político cuyos parques temáticos han transformado a Orlando en uno de los destinos turísticos más populares del mundo.
Para DeSantis, el ataque a Disney es el último frente de una guerra cultural librada en torno a políticas relacionadas con la raza, el género y el coronavirus, batallas que ha aprovechado para convertirse en uno de los republicanos más populares del país y probable candidato presidencial en 2024.
La ley eliminaría el Distrito de Mejora de Reedy Creek, como se conoce al gobierno de Disney, de 55 años de antigüedad, así como un puñado de otros distritos similares para junio de 2023. La medida sí permite restablecer los distritos, dejando una vía para renegociar el futuro del acuerdo que permite a la empresa prestar servicios como la zonificación, la protección contra incendios, los servicios públicos y las infraestructuras.
DeSantis dijo el viernes que la empresa acabaría pagando más impuestos de los que paga actualmente y que no se espera que la ley provoque aumentos de impuestos para los residentes de los alrededores de Disney. No dio más detalles.
La disputa comenzó con la crítica de Disney a una nueva ley que prohíbe la instrucción sobre la orientación sexual y la identidad de género en el jardín de infantes hasta el tercer grado, así como la instrucción que no es “apropiada para la edad o el desarrollo.” DeSantis y sus compañeros republicanos han defendido la ley como razonable, diciendo que son los padres, y no los maestros, los que deben discutir esos temas con los niños.
Bajo una creciente presión, Disney finalmente dijo que suspendería las donaciones políticas en el estado y que apoyaría a las organizaciones que trabajan para oponerse a la nueva ley.
“Ustedes son una corporación con sede en Burbank, California, y van a reunir su poder económico para atacar a los padres de mi estado”, dijo DeSantis el viernes antes de firmar la ley en una ceremonia en Hialeah Gardens. “Vemos eso como una provocación, y vamos a luchar contra eso”.
El gobernador ha atacado a Disney por oponerse al proyecto de ley, presentando a la compañía como un proveedor de ideología “woke” que introduce temas inapropiados en el entretenimiento infantil. En una campaña de recaudación de fondos enviada esta semana, DeSantis dijo a sus partidarios: “Ha sido necesario echar un vistazo bajo el capó para ver en qué se ha convertido Disney para comprender realmente su inapropiada influencia.”
El representante republicano Randy Fine, patrocinador del proyecto de ley para eliminar el distrito de Disney, ha dicho que Disney es un invitado en el estado y que los floridanos no están interesados en los valores californianos de la compañía.
“Si uno patea el avispero, las cosas surgen”, dijo Fine a los legisladores de la cámara estatal, controlada por el Partido Republicano, esta semana.
Los demócratas han tachado la medida de Disney de represalia mezquina, advirtiendo que los propietarios de viviendas podrían enfrentarse a facturas de impuestos si tienen que absorber los costes de la compañía, aunque los detalles no están nada claros.
“El diablo está en los detalles y hoy todavía no tenemos los detalles”, dijo el alcalde del condado de Orange, Jerry Demings, cuyo condado alberga parcialmente a Disney World. Añadió que sería “catastrófico para nuestro presupuesto” si el condado tuviera que asumir los costes de la seguridad pública en el complejo del parque temático.
Disney es uno de los mayores empleadores privados de Florida, y el año pasado dijo que tenía más de 60.000 trabajadores en el estado. No está claro de inmediato cómo la empresa o los gobiernos locales alrededor de sus propiedades se verían afectados si el distrito se disuelve.
La creación del Distrito de Mejora de Reedy Creek, y el control que dio a Disney sobre 11.000 hectáreas en Florida, fue un elemento crucial en los planes de la empresa para construir cerca de Orlando en la década de 1960. Los responsables de la empresa dijeron que necesitaban autonomía para planificar una ciudad futurista junto con el parque temático. Sin embargo, la ciudad nunca se materializó, sino que se transformó en el parque temático Epcot.
La empresa es un importante actor político en Florida, así como en el resto del país. The Walt Disney Co. y sus filiales hicieron más de 20 millones de dólares en contribuciones políticas tanto a republicanos como a demócratas en el ciclo de la campaña de 2020, el año más reciente del que se dispone de cifras, según el Center for Responsive Politics, que hace un seguimiento de estos gastos.
Ese mismo año, las entidades relacionadas con Disney canalizaron 10,5 millones de dólares al comité America First Action, que apoya a los exmandatarios republicanosPresidente Donald Trump. Disney también aportó 1,2 millones de dólares para apoyar la campaña del presidente demócrata Joe Biden.