SEÚL, Corea del Sur (AP) – Corea del Norte calificó al principal experto de la ONU en materia de derechos humanos del país como “un títere” de Estados Unidos, advirtiendo el viernes que no tolerará un complot liderado por Estados Unidos para utilizar la cuestión de los derechos para derrocar su sistema político.
Corea del Norte es extremadamente sensible a cualquier crítica externa sobre su historial de derechos, considerándola como un intento de calumniar y poner en peligro su gobierno autoritario de sus 26 millones de habitantes, la mayoría de los cuales tienen poco acceso a las noticias extranjeras.
Su última reacción se produce mientras Elizabeth Salmón, la relatora especial de la ONU sobre los derechos humanos en el Norte, realiza esta semana su primera visita a Corea del Sur para reunirse con funcionarios, activistas y desertores norcoreanos desde su nombramiento el mes pasado.
En su declaración inaugural, Salmón dijo que los norcoreanos se enfrentan a “nuevas y más graves penurias” debido a las severas restricciones relacionadas con la pandemia, que se suman a los abusos cometidos durante décadas, y que, según ella, no deben descuidarse. Se mostró convencida de que la solidaridad internacional debe movilizarse con mayor decisión para proteger los derechos humanos en Corea del Norte.
El viernes, un portavoz no identificado del Ministerio de Asuntos Exteriores del Norte emitió un comunicado en el que criticaba a la relatora de la ONU sin mencionar su nombre directamente.
El comunicado acusaba a Salmón de mostrar “ignorancia y una visión sesgada”. La criticó por hacer “imperdonables comentarios imprudentes que invaden nuestro sistema inviolable y nuestros derechos soberanos” durante su visita a Corea del Sur.
El comunicado también acusaba a Washington de estar detrás de Salmón, diciendo: “Sabemos bien que Estados Unidos extiende profundamente sus tentáculos sobre (su) espalda.”
“El tinglado de los ‘derechos humanos’ de Estados Unidos y otras fuerzas hostiles no tiene nada que ver con la garantía de los verdaderos derechos humanos y no es más que el medio hostil más politizado para empañar la imagen digna de (Corea del Norte)”, decía el comunicado.
“(Corea del Norte) nunca perdonará el tinglado de los “derechos humanos” de EE.UU. y sus fuerzas vasallas… cuyo objetivo es derrocar su sistema social”.
El ministerio del Norte repitió una posición anterior de que nunca reconocerá ni tratará con ningún relator especial de la ONU sobre sus derechos humanos. A los predecesores de Salmón se les negó el acceso a Corea del Norte, lo que, según los observadores, ha dificultado los intentos externos de encontrar información más independiente y creíble sobre los abusos de derechos.
En un nuevo informe difundido el jueves, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que Corea del Norte ha aumentado la represión de los derechos y libertades de su pueblo y que el Consejo de Seguridad de la ONU debería considerar remitirla a la Corte Penal Internacional por posibles crímenes contra la humanidad.
Corea del Norte sigue sometida a múltiples rondas de sanciones de la ONU por sus programas nucleares y de misiles. Durante su reunión del jueves en Hawai, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y sus homólogos de Corea del Sur y Japón condenaron el continuo desarrollo por parte del Norte de sus misiles balísticos y armas de destrucción masiva, mientras que Estados Unidos reafirmó sus “compromisos de alianza férrea” con sus dos aliados asiáticos clave, según un comunicado de Estados Unidos.
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Los escritores de Associated Press Kim Tong-hyung en Seúl y Edith M. Lederer en las Naciones Unidas contribuyeron a este informe.