SRINAGAR, India (AP) – El primer ministro de la India, Narendra Modi, visitó el domingo la Cachemira del Himalaya para su primer acto público desde que Nueva Delhi despojó a la región disputada de su semiautonomía y tomó el control directo en 2019.
Modi inauguró a distancia un túnel y las obras de dos proyectos hidroeléctricos antes de pronunciar un discurso salpicado por los logros de su gobierno en materia de desarrollo. Dijo que el territorio se puso en una senda de desarrollo sin precedentes desde 2019, pero no asumió ningún compromiso político con los habitantes de la región, que llevan cuatro años sin un gobierno local elegido.
“Permítanme asegurar a los jóvenes del valle que no se enfrentarán a las dificultades y tribulaciones que enfrentaron sus padres y abuelos”, dijo Modi, refiriéndose al valle de Cachemira, el corazón del sentimiento anti-India. Su discurso formaba parte de un acto para conmemorar el Día anual del Panchayati Raj, o democracia de base.
Uno de los proyectos energéticos que puso en marcha el domingo fue encargado por primera vez por el primer ministro Manmohan Singh en 2013.
Decenas de miles de personas y funcionarios electos de los consejos locales de toda la región se reunieron en la aldea de Palli, cerca de la ciudad de Jammu, para el discurso, que se celebró en medio de fuertes medidas de seguridad. La zona visitada por Modi acogió con satisfacción, en general, los cambios del gobierno indio sobre el estatus de Cachemira hace casi tres años.
Los funcionarios dicen que los consejos representan el gobierno de base, pero sus miembros no tienen poderes legislativos.
Las fuerzas gubernamentales se desplegaron por toda Cachemira para frustrar cualquier tipo de violencia. El viernes, dos presuntos militantes y un oficial paramilitar murieron en un tiroteo a unos 15 kilómetros (9 millas) de Palli.
El jefe de la policía, Dilbag Singh, dijo que los militantes asesinados eran un “escuadrón suicida de Pakistán” probablemente enviado para sabotear la visita de Modi. No ofreció ninguna prueba para respaldar su afirmación.
Las dos visitas anteriores de Modi tras el cambio de estatus de Cachemira fueron a campamentos militares para celebrar un festival hindú con soldados. E n 2019, el gobierno de Modi revocó el estatus semiautónomo de la región, anuló su constitución separada, dividió la zona en dos territorios federales -Ladakh y Jammu-Cachemira- y eliminó las protecciones heredadas sobre la tierra y los puestos de trabajo en medio de un bloqueo sin precedentes.
Desde entonces, la región sigue en vilo, ya que las autoridades han puesto en marcha una serie de nuevas leyes que los críticos y muchos residentes temen que puedan cambiar la demografía de Cachemira, de mayoría musulmana.
Cachemira está dividida entre India y Pakistán y ambos rivales reclaman la región en su totalidad. Los rebeldes luchan contra el dominio indio desde 1989. La mayoría de los musulmanes de Cachemira apoyan el objetivo de los rebeldes de que el territorio se una bajo el dominio pakistaní o como país independiente.
India insiste en que la militancia de Cachemira es terrorismo patrocinado por Pakistán. Pakistán niega la acusación, y la mayoría de los cachemires la consideran una lucha legítima por la libertad. Decenas de miles de civiles, rebeldes y fuerzas gubernamentales han muerto en el conflicto.