MOSCÚ (AP) – Los votantes de la nación centroasiática de Kazajistán votaron el domingo sobre los cambios constitucionales propuestos, considerados como un intento de repudiar el legado del ex hombre fuerte Nursultan Nazarbayev, que dirigió la ex república soviética durante tres décadas.
El referéndum fue convocado por el presidente Kassym-Jomart Tokayev, que fue investido por el partido gobernante de Kazajstán en enero, tras las violentas manifestaciones que dejaron más de 230 muertos. Las protestas fueron provocadas por una fuerte subida de los precios del combustible, pero llegaron a reflejar el amplio descontento de la población con una economía estancada y un gobierno autoritario.
Tokayev se movió para dejar de lado a Nazarbayev, que había dimitido en 2019 pero seguía ocupando puestos de poder. En marzo, Tokayev prometió reformas políticas, incluyendo la reducción del poder de la presidencia y el fortalecimiento del parlamento. También pidió que se redujera la participación del gobierno en la economía y que se intentara reducir la brecha entre ricos y pobres.
El referéndum incluyó preguntas específicas sobre modificaciones como la prohibición de la pena de muerte y la prohibición de que algunos funcionarios se afilien a partidos políticos. Pero, en general, se trataba de apoyar el rumbo general de Tokayev.