PINE ISLAND, Florida (AP) – Los paramédicos y otros voluntarios de un grupo que ayuda a rescatar a las personas después de los desastres naturales fueron de puerta en puerta el sábado en la devastada Pine Island de Florida, ofreciendo evacuar a los residentes que resistieron al huracán Ian sólo para encontrarse varados en un paisaje de casas inundadas sin agua ni electricidad.
Pine Island, la mayor isla de barrera de la costa del Golfo de Florida, ha quedado prácticamente aislada del mundo exterior. Ian dañó fuertemente el único puente a la isla, dejándola sólo accesible por barco o por aire.
Helen Koch le dio un beso a su marido y le dijo “te quiero” mientras se sentaba en el helicóptero del Cuerpo Médico que la sacó a ella y a siete de los 17 perros de la pareja de la isla diezmada el sábado. Los perros estaban en jaulas, atados al exterior del helicóptero mientras éste despegaba.
Su marido, Paul Koch, se quedó con los otros perros y planeaba salir de la isla aislada en un segundo viaje. Dijo a The Associated Press que días antes no creía que lo lograran, ya que el gran huracán arreciaba y la casa empezaba a hacer agua.
Pine Island es conocida desde hace tiempo por su ambiente tranquilo de pueblo pequeño y sus manglares. Es un destino popular para la pesca, el kayak y el piragüismo. Ahora, las sombrías escenas de destrucción están por todas partes en este paraíso destrozado.
Las casas han quedado reducidas a astillas y los barcos han sido arrojados a las carreteras. La isla no tiene electricidad ni agua corriente, salvo por unas horas el viernes, cuando un residente dijo que pudo ducharse. Una comunidad de casas móviles fue destruida.
Los voluntarios del Cuerpo Médico fueron a una casa para buscar a una mujer que se sabe que se quedó atrás durante la tormenta y que no ha tenido contacto con sus amigos desde entonces. En el interior de la casa de la mujer, los muebles pesados habían sido derribados y sus pertenencias estaban revueltas. No había rastro de la mujer, lo que hace temer que haya sido arrastrada fuera de su casa por la marejada.
Algunos residentes dijeron que no habían visto a nadie de fuera de la isla durante días. Algunos derramaron lágrimas cuando los voluntarios del Cuerpo Médico llegaron a sus puertas y les preguntaron si querían ser evacuados. Algunos declinaron la oferta por ahora y pidieron otro día para empacar sus cosas. Pero otros estaban ansiosos por salir de la isla.
Linda Hanshaw dijo que la comunidad de la isla, muy unida, es increíble y “todos los que conozco que no se han ido están tratando de irse.”
Pero eso no era cierto para todos. Kathleen Russell intentaba persuadir a su anciano marido para que se fuera, pero él no quería irse todavía. La pareja seguía rechazando las ofertas de evacuación, diciendo que no estaban preparados, pero que podrían estar dispuestos a irse el domingo.
Medic Corps es un grupo sin ánimo de lucro formado por pilotos, paramédicos, médicos, un SEAL de la Marina y otros voluntarios que responde a los desastres naturales y pone a la gente a salvo. Según el sitio web de la organización, comenzó en 2013 en respuesta al súper tifón Yolanda en Filipinas y en 2017 comenzó a desplegar aviones y personal de respuesta en Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos.