Los líderes africanos aclaman a Tutu, pero muchos no siguen su ejemplo

 Los líderes africanos aclaman a Tutu, pero muchos no siguen su ejemplo

MUTARE, Zimbabue (AP) – Los líderes africanos rinden homenaje al arzobispo emérito Desmond Tutu por su intrépida campaña que ayudó a poner fin al brutal régimen de apartheid de Sudáfrica y a llevar la democracia al país.

Pero muchos de esos mismos líderes han guardado silencio sobre el apoyo del fallecido Premio Nobel de la Paz a cuestiones con las que no se sienten cómodos, como su apoyo a los derechos de los LGBTQ, las libertades democráticas y las cuestiones medioambientales.

Tutu murió el domingo a los 90 años. Su féretro reposará el jueves y el viernes en la catedral anglicana de San Jorge, en Ciudad del Cabo, donde el público está invitado a pasar para presentar sus respetos antes de una misa de réquiem y un funeral el día de Año Nuevo.

Esta semana se celebró en el Ayuntamiento de Ciudad del Cabo una fiesta en honor a la vida de Tutu, con la música y el baile que tanto le gustaban. Están previstos servicios conmemorativos en Johannesburgo y otras partes de Sudáfrica.

Tutu era un “verdadero hijo e icono de África. Su contribución a la lucha por la liberación y su posición inquebrantable a favor de la paz, la unidad y el buen gobierno serán siempre apreciadas”, declaró la presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, sin mencionar su apoyo a las personas LGBTQ amenazadas de arresto en Tanzania.

“África ha perdido un monumento”, dijo el presidente de Burundi, Evariste Ndayishimiye, acusado por una comisión de la ONU en septiembre de violaciones de los derechos humanos.

El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, que ganó el Premio Nobel de la Paz 25 años después de que lo hiciera Tutu, elogió a su compañero como “la encarnación de la lucha por la liberación”, a pesar de que la fundación de Tutu advirtió a principios de este año que la guerra en la región etíope de Tigray equivalía a un genocidio.

Venerado en todo el continente por oponerse al apartheid en Sudáfrica y ayudar a la transición pacífica del país hacia un gobierno mayoritario, Tutu pasó a ocuparse de algunos de los problemas más espinosos de África y de sus líderes.

Criticó al presidente sudafricano, Thabo Mbeki, por negar el VIH/SIDA e impedir que el gobierno distribuyera tratamientos que salvan vidas. Arremetió contra el próximo presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, por su supuesta corrupción.

Comparó un proyecto de ley que criminaliza la homosexualidad en Uganda con las leyes del apartheid sudafricano que prohibían las relaciones sexuales interraciales.

Tutu estaba “adelantado a su tiempo”, dijo Nic Cheeseman, profesor de política y especialista en política africana de la Universidad de Birmingham, en Gran Bretaña.

“Muchas grandes personas tienen una gran lucha en ellos, luego se vuelven ciegos y apoyan el nuevo statu quo”, dijo Cheeseman. “Tutu siguió viendo la injusticia -económica, racial y sexual- y comprendió que había más batallas que ganar. No se detuvo con la caída del apartheid”.

Tras el fin del apartheid en Sudáfrica a principios de 1990a, Tutu instó a la comunidad internacional a castigar con sanciones a la junta militar del difunto dictador nigeriano Sani Abacha, después de que ésta ahorcara al activista medioambiental y dramaturgo Ken Saro Wiwa y a otros activistas en 1995.

A medida que aumentaban las pruebas de los asesinatos de decenas de miles de personas y el desplazamiento de muchas de ellas en la región sudanesa de Darfur, Tutu arremetió contra los líderes africanos por apoyar y proteger al entonces líder sudanés Omar al Bashir de una orden de detención de la Corte Penal Internacional por genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.

“Creía en la universalidad de los derechos humanos”, dijo de Tutu Stephen Brown, profesor de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad de Ottawa. “Mantenía profundas convicciones sin importar lo arriesgado o impopular que pudiera ser defender lo que creía”.

Tutu se enfrentó repetidamente al anterior gobernante de Zimbabue, el difunto Robert Mugabe, de quien dijo que se parecía a una “caricatura de un dictador africano”. A su vez, Mugabe rechazó a Tutu por apoyar los derechos de los homosexuales, llamándolo “un pequeño obispo enojado, malvado y amargado.”

Los líderes de la oposición africana han lamentado la muerte de Tutu.

“Ha caído un gigante”, tuiteó el líder de la oposición ugandesa Bobi Wine, blanco constante del acoso del gobierno de Uganda.

“Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”, tuiteó un partido de la oposición tanzano, la Alianza por el Cambio y la Transparencia, repitiendo una de las citas más famosas de Tutu.

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