Los legisladores del mayor bloque de Irak dimiten en medio del estancamiento

 Los legisladores del mayor bloque de Irak dimiten en medio del estancamiento

BAGDAD (AP) – Decenas de legisladores que conforman el mayor bloque del parlamento iraquí dimitieron el domingo en medio de un prolongado impasse político, sumiendo a la dividida nación en la incertidumbre política.

Los 73 legisladores del bloque del poderoso clérigo chiíta Muqtada al-Sadr presentaron su dimisión a petición suya, para protestar por el persistente estancamiento político ocho meses después de la celebración de las elecciones generales.

El presidente del Parlamento, Mohammed Halbousi, aceptó su dimisión.

Al-Sadr, un líder inconformista recordado por liderar una insurgencia contra las fuerzas estadounidenses tras la invasión de 2003, se erigió como ganador en las elecciones celebradas en octubre.

Las elecciones se celebraron varios meses antes de lo previsto, en respuesta a las protestas masivas que estallaron a finales de 2019, y en las que decenas de miles de personas se manifestaron contra la corrupción endémica, los malos servicios y el desempleo.

La votación supuso la victoria del poderoso clérigo chií Muqtada al-Sadr, que obtuvo 73 de los 329 escaños del Parlamento, y fue un golpe para sus rivales chiíes respaldados por Irán, que perdieron cerca de dos tercios de sus escaños y han rechazado los resultados.

Al-Sadr se ha propuesto formar, junto con sus aliados, un gobierno mayoritario que los excluya. Pero no ha sido capaz de reunir a suficientes legisladores en el parlamento para conseguir la mayoría de dos tercios necesaria para elegir al próximo presidente de Irak, un paso necesario antes de nombrar al próximo primer ministro y seleccionar un gabinete.

El presidente Halbousi tuiteó más tarde que aceptaba “a regañadientes” las dimisiones, basándose en los deseos de al-Sadr y tras los sinceros esfuerzos realizados para disuadirle de dar este paso. “Por el bien del país y del pueblo, decidió seguir adelante con esta decisión”, publicó.

No estaba claro de inmediato cómo se desarrollaría la dimisión del mayor bloque del parlamento. Un veterano político iraquí expresó su preocupación por la posibilidad de que las dimisiones provoquen el caos en el país.

Según las leyes iraquíes, si algún escaño del parlamento queda vacante, el candidato que obtenga el segundo mayor número de votos en su distrito electoral lo sustituirá.

Esto beneficiaría a los oponentes de al-Sadr del llamado Marco de Coordinación, una coalición liderada por los partidos chiíes respaldados por Irán, y a sus aliados, algo que al-Sadr probablemente no aceptaría.

Ya existe la preocupación de que el estancamiento y la tensión puedan desbordarse y dar lugar a protestas callejeras de los partidarios de al-Sadr, que se conviertan en violencia entre ellos y las milicias chiíes armadas rivales.

Al-Sadr, uno de los líderes políticos más influyentes de Irak y con gran número de seguidores, ha aludido en repetidas ocasiones a las capacidades de su milicia, Saraya Salam, que recientemente ha abierto las puertas a los reclutas en las provincias de Babilonia y Diyala.

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