TORONTO (AP) – Tres hijas distanciadas de un hombre de 73 años que disparó mortalmente a cinco personas en su comunidad de condominios cerca de Toronto dijeron el miércoles que “era un marido y padre controlador y abusivo.”
Las hijas de Francesco Villi dijeron en un comunicado emitido por la Unidad de Investigaciones Especiales de Ontario que están profundamente desconsoladas por las familias de las víctimas y ofrecieron sus condolencias.
“Francesco Villi era un marido y padre controlador y abusivo. Tenía antecedentes de maltrato doméstico tanto con las madres de sus hijos como con sus hijas. Tenía un comportamiento agresivo y una personalidad tipo Jekyll y Hyde”, escribieron.
Villi atacó el domingo a los vecinos de tres pisos de su edificio en Vaughan, Ontario, matando a tres hombres y dos mujeres e hiriendo a una sexta persona, una mujer de 66 años que se espera que sobreviva, según la policía. Uno de los agentes que respondió a una llamada sobre un tirador activo en el interior del edificio disparó y mató a Villi, según las autoridades.
La Policía Regional de York identificó a las víctimas mortales como Rita Camilleri, de 57 años; Vittorio Panza, de 79 años; Russell Manock, de 75 años, su esposa Lorraine Manock, de 71 años, y Naveed Dada, de 59 años. Tres de ellos eran directores de condominios.
Villi afirmó durante mucho tiempo en vídeos publicados en las redes sociales y en documentos judiciales que las vibraciones, ruidos y emisiones de la sala eléctrica del edificio bajo su unidad le estaban enfermando, y que los miembros de la junta y el promotor del edificio eran los culpables.
“Estamos absolutamente conmocionados y devastados por lo ocurrido”, declararon los hijos de Villi.
Los hijos, que no facilitaron sus nombres, dijeron que llevaban más de cinco años distanciados de él.
“Sus hijos intentaron tener algún tipo de relación a lo largo de los años y muchas ofertas de ayuda fueron continuamente denegadas, no dejándoles otra opción que cortar los lazos con él por su propia salud y bienestar”, escribieron.
La agresión se produjo un día antes de una vista judicial por Internet en la que los abogados de la comunidad de propietarios iban a argumentar que Villi debía ser desahuciado porque llevaba años acosando a empleados del edificio, miembros de la junta y otros vecinos.
Según documentos judiciales, al menos dos administradores del condominio dimitieron por su culpa, y los guardias de seguridad renunciaron o cambiaron de turno para evitarle. Los residentes también dijeron que Villi les insultaba y les grababa.