TOKIO (AP) – Muchos usuarios de la compañía de telefonía móvil número 2 de Japón, KDDI Corp., seguían teniendo problemas para hacer llamadas el lunes, después de un apagón masivo durante todo el fin de semana que afectó a casi 40 millones de personas, interrumpiendo las entregas, los informes meteorológicos y otros servicios en todo el país.
La empresa dijo que la transmisión de datos se había restablecido en gran medida el lunes por la mañana, pero las restricciones del servicio seguían provocando que muchos usuarios tuvieran problemas para hacer llamadas telefónicas y enviar mensajes cortos.
La interrupción comenzó en las primeras horas del sábado durante un trabajo de mantenimiento programado en una instalación en el oeste de Tokio.
La interrupción de la mensajería de texto, las llamadas telefónicas y otros servicios para más de 39 millones de usuarios de los servicios móviles de KDDI. También se interrumpieron las entregas de paquetes.
Durante el fin de semana, la Agencia Meteorológica no pudo enviar datos meteorológicos en cientos de estaciones, decenas de cajeros automáticos quedaron inutilizados en el centro de Japón, y Tokio y otros municipios tuvieron problemas para llegar a los pacientes del COVID-19 sometidos a vigilancia sanitaria en sus hogares.
El gran apagón se produjo justo antes de las elecciones parlamentarias del 10 de julio y se consideró una vergüenza para el gobierno del primer ministro Fumio Kishida, que ha estado promoviendo la digitalización de la tercera economía del mundo.
El gobierno se apresuró a responder a la preocupación pública por el problema.
“Es muy lamentable que el servicio de telefonía móvil, que es una infraestructura crucial para la actividad social y económica, haya estado inutilizable durante tanto tiempo”, declaró el lunes a la prensa el subsecretario jefe del gabinete, Seiji Kihara.
Dijo que el gobierno se estaba tomando la situación “en serio” e instó a KDDI a dar una explicación exhaustiva. Kihara dijo que esperaba que KDDI considerara “sinceramente” la posibilidad de compensar las posibles reclamaciones de los usuarios por daños y perjuicios.
El domingo, el presidente de KDDI, Makoto Takahashi, se disculpó y ofreció una primera explicación sobre lo ocurrido y las perspectivas de reanudación de los servicios interrumpidos.
“Consideramos que se trata de un incidente grave”, dijo el domingo el ministro de Asuntos Internos y Comunicaciones, Yasushi Kaneko. El apagón fue especialmente desafortunado porque interrumpió las llamadas de emergencia en un momento en el que la población se enfrenta a un mayor riesgo de COVID-19 y de golpes de calor, así como a posibles emergencias debidas a un tifón que se aproxima.
El año pasado, un apagón de su rival NTT DoCoMo afectó a casi 13 millones de personas.