‘Ley y Orden’ vuelve después de 12 años para enfrentarse a Bill Cosby

En las décadas transcurridas desde Ley y Orden se estrenó por primera vez, los procedimientos policiales se han convertido en algo ineludible: una industria artesanal de crímenes ficticios y riffs arrancados de los titulares construidos en torno a acalorados interrogatorios y giros en el tercer acto. Ahora, la serie que lo empezó todo vuelve a la NBC, y no debería sorprender a nadie que para su presentación, la revivida Law & Order haya elegido una espinosa inspiración de la vida real: Bill Cosby.

El nuevo Law & Order trae de vuelta a Anthony Anderson, que apareció en las temporadas 18 a 20 de la original como el detective Kevin Bernard. (La serie de Dick Wolf se estrena el jueves y presenta Burn Notice estrella Jeffrey Donovan como el compañero de Kevin Bernard, el detective principal Frank Cosgrove, y Hannibal Hugh Dancy en el papel del ayudante del fiscal Nathan Price. El estreno muestra a cada uno de los tres protagonistas de la serie haciendo una versión diferente de la misma pregunta, y las diferencias entre sus respuestas probablemente darán forma a la serie en el futuro.

¿El caso de la semana? Henry King, un cantante incomprensiblemente famoso acusado de violar a decenas de mujeres utilizando, al menos en un caso, una droga para violarlas, es encontrado muerto tras su salida de prisión. (Su condena fue anulada en circunstancias similares a las de los Cosby en la vida real). La investigación de Kevin y Frank se abre y se cierra en un tiempo récord, pero lo que viene después no es nada sencillo.

Los personajes de Anderson, Donovan y Dancy aportan cada uno de ellos unas perspectivas claras y poco sutiles. El Kevin Bernard de Anderson es el idealista, el que puede mirar el cuerpo de un violador acusado y murmurar con tristeza: “Toda víctima merece respeto. Incluso las que violaron a 40 mujeres”. Se dedica tanto a hacer el trabajo bien como a a hacer lo correcto por los demás mientras está en el trabajo. Frank Cosgrove de Donovan, por otro lado, está más en el molde de SVU Elliot Stabler, una personalidad ruda que no tiene ningún problema en mentir a los sospechosos en los interrogatorios (lo cual es perfectamente legal pero, al menos entre estos colegas de ficción, está mal visto) y que pasa mucho tiempo quejándose en voz alta de lo mucho que parece que todo el mundo está disparando a los policías en estos días.

¿Y en cuanto a Nathan Price? Está principalmente preocupado por conseguir una buena y limpia condena, al menos esta semana. A él, como a Kevin, no parece gustarle el enfoque de Frank en su trabajo y, como a Kevin, se mete en más de un enfrentamiento tenso con Frank por ello. Nuestro nuevo fiscal de distrito incluso llama a uno de los grandes para que le ayude a decidir qué hacer: Sam Waterston regresa esta temporada como Jack McCoy.

Las cuestiones que sustentan los conflictos de estos personajes tienen el mismo origen. En 2020, las protestas en torno al asesinato de George Floyd por parte de la policía también amplificaron las preocupaciones sobre cómo los programas de procedimiento como Ley y Orden perpetúan narrativas inexactas y perjudiciales sobre el sistema de justicia penal. Las temporadas estrenadas desde entonces han observado a personajes queridos como SVUOlivia Benson y, sí, definitivamente Stabler en Law & Order: Organized Crimese ven obligados a enfrentarse a sus propios papeles en un sistema roto que mata a los negros de forma desproporcionada.

En ese sentido, Law & Orderse siente como una continuación de un lento cambio en la franquicia. Pero estas series siempre se han centrado más en la trama que en los temas sociales. El estreno de esta semana parece estar en consonancia con la fórmula original, aunque un poco aguada, pero su enfoque sólo se siente fresco si has sintonizado el resto de la franquicia en los últimos años. No hay ninguna pregunta que se plantee aquí (hasta ahora; ¡sólo ha sido un episodio, para ser justos!) que no se haya planteado ya en otro rincón de la Ley y Orden universo.

Dada la tensa relación de Frank y Kevin, no descartaría que hubiera conversaciones más complicadas en el futuro. Por otra parte, si buscas una visión matizada de estos casos de la vida real, tampoco recomendaría necesariamente la franquicia que una vez mezcló el caso de Trayvon Martin con Paula Deen diciendo la palabra N.

El caso de Bill Cosby parece ser un material obvio para una Law & Order pero, en cierto modo, esta introducción hace que la serie y su reparto comiencen con el pie izquierdo. Este caso invierte la dinámica tradicional, en la que el “villano” es el asesino y la “víctima” es la persona que ha matado. Aquí, la culpabilidad legal del sospechoso está más que clara,pero el jurado de la serie la encuentra simpática, teniendo en cuenta a quién mató y por qué. ¿Cómo se supone que debemos sentirnos con la gente que intenta encerrarla?

“Aquí, la culpabilidad legal de la sospechosa está más que clara, pero el jurado del programa la encuentra simpática, dado a quién mató y por qué. ¿Cómo se supone que debemos sentirnos con la gente que intenta encerrarla?”

Otra versión de este episodio podría haber abordado esta cuestión de forma más directa. En su lugar, observamos argumentos prácticos sobre si fue correcto o no que Frank mintiera durante un interrogatorio, si la confesión resultante debería utilizarse en el juicio, y cómo Nathan podría influir en el jurado para que declarara culpable a su acusada a pesar de su empatía hacia ella. Las discusiones, torpemente redactadas, sobre si los vídeos de los teléfonos móviles son un bien público o una amenaza para la policía, consumen un tiempo que podría emplearse mejor en plantear cuestiones más amplias sobre la actuación policial y nuestro sistema judicial en general. Por ejemplo: ¿Realmente no hay una parte de Nathan que se sienta mal por procesar a esta mujer, independientemente de la ética con la que lo haga?

Parece probable que al menos algunas de las cuestiones más importantes se desarrollarán más adelante en esta temporada, cuando Frank, Kevin y Nathan busquen la manera de llevarse bien. En particular, será fascinante ver a Kevin negociar no sólo su relación con sus colegas, sino también con la profesión que ha elegido. Ley y Orden Los fans que busquen su dosis habitual no se verán decepcionados por esta reposición; el proceso de realización de estas series parece haberse perfeccionado hasta convertirse en una ciencia, y está claro que la fórmula sigue funcionando. Sin embargo, aquellos que busquen algo más, tendrán que permanecer atentos a unos cuantos cadáveres más en la acera para descubrirlo.

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