BOGOTA, Colombia (AP) – El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha pedido a los fiscales que investiguen las acusaciones contra su hermano y uno de sus hijos que podrían suponer un golpe a su presidencia y socavar sus planes de paz y de lucha contra la corrupción.
Petro, un ex guerrillero que fue elegido como el primer presidente izquierdista de Colombia el año pasado, ha prometido luchar contra la corrupción endémica y traer la “paz total” al país sudamericano que sólo recientemente, en 2016, firmó un pacto de paz que puso fin en gran medida a décadas de guerra interna.
La fiscalía dijo que había comenzado a investigar la acusación contra Nicolás Petro, hijo del presidente, hecha por su ex socio de que mantuvo donaciones irregulares a la campaña presidencial de su padre.
Mientras tanto, el hermano del presidente está acusado de participar en una red que supuestamente recibió beneficios por prometer ayudar a los narcotraficantes a inscribirse en el programa gubernamental de “paz total”.
“Tengo la responsabilidad de ser leal con los votos que muchos de ustedes depositaron en mí”, dijo el presidente un día antes de pedir que se investiguen ambos casos.
Los casos golpean los pilares centrales de la campaña electoral de Petro y tendrán un impacto en la imagen pública del presidente y podrían poner en duda la legitimidad del proceso de paz del gobierno, dijo el analista político Carlos Arias Orejuela, profesor de la Universidad Externado de Colombia.
“Esto, dado que Petro basó su narrativa en que traería un ‘cambio’, no sólo de gobierno, sino en las formas de ejercer la política y su trasfondo con la anticorrupción y el mal manejo del nepotismo político”, dijo.
El ex socio de Nicolás Petro, Day Vásquez, ha dicho que recibió dineros indebidos por donaciones a la campaña de su padre.
En una entrevista con la revista Semana, Vásquez dijo que el hijo del presidente recibió más de 600 millones de pesos colombianos (unos 125.000 dólares) de Samuel Santander Lopesierra, conocido como el “Hombre Marlboro” y preso en Estados Unidos por narcotráfico.
La donación “nunca llegó legalmente a la campaña porque él se quedó con el dinero al igual que otros”, dijo Vásquez sin aportar pruebas. Agregó que el presidente no tenía conocimiento del dinero.
“Todo ha sido a espaldas del padre”, dijo.
Según Vásquez, Nicólas Petro, que es legislador en la provincia de Atlántico, también recibió hasta 400 millones de pesos (unos 83.000 dólares) de Alfonso del Cristo Hilsaca, un empresario del norte de Colombia.
El hijo del presidente negó las acusaciones, afirmando no conocer ni a Lopesierra ni a Hilsaca.
“No he conocido ni recibido ningún tipo de favor político, personal o económico de ningún personaje cuestionable”, dijo en un comunicado.
El presidente Petro tiene seis hijos.
También se han presentado denuncias contra el hermano del presidente, Juan Fernando Petro, en relación con una red de abogados y organizaciones que supuestamente recibieron dinero para vincular a narcotraficantes y personas solicitadas en extradición con el programa de “paz total” del gobierno.
El pacto de paz de Colombia de 2016 fue con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, pero quedaron grupos más pequeños. El presidente Petro ha propuesto negociar con estos grupos para que sus miembros se entreguen a la justicia a cambio de beneficios.
Ha propuesto a Washington cambiar el acuerdo de extradición con su país para que los narcotraficantes que se entreguen a las autoridades colombianas y no vuelvan a traficar puedan evitar la extradición.
El hermano del presidente ha negado cualquier implicación en la red y ha indicado que ya ha respondido a la llamada de los fiscales que investigan el caso. Dijo que terceras personas malintencionadas están usando su nombre para engañar a los narcotraficantes.
Petro y su gobierno han reiterado que el único funcionario que cuenta con su aval para tener contactos con grupos ilegales es el Alto Comisionado para la Paz.
“Quien quiera interferir en ese propósito (de lograr la paz), o aprovecharse personalmente de él, no tiene cabida en el Gobierno, así sean miembros de mi familia”, dijo el presidente Petro. “Confío en que mi hermano y mi hijo puedan demostrar su inocencia, pero respetaré las conclusiones a las que lleguen los tribunales”.
Sandra Borda, analista política y profesora de la Universidad de Los Andes, dijo que las acusaciones son un golpe político al presidente que recuerda el escándalo que sacudió al gobierno de Ernesto Samper (1994-1998). Finalmente fue declarado inocente derecibiendo dinero de narcotraficantes en su campaña.
“Tenemos el precedente de dinero del narcotráfico entrando en una campaña en el pasado, pero en ese caso no era gente tan cercana, como la propia familia del presidente”, dijo Borda.
Analistas coinciden en que las acusaciones contra familiares de Petro podrían impactar las elecciones locales de octubre.