FRANKFURT, Alemania (AP) – La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advirtió el viernes que el banco podría tener que subir los tipos de interés más allá de la mera retirada de los estímulos y adentrarse en un territorio que podría frenar el crecimiento, ya que el banco lucha por controlar la inflación récord en los 19 países que utilizan el euro.
“Esperamos seguir subiendo los tipos, y la retirada de la acomodación puede no ser suficiente”, dijo Lagarde en un discurso en un foro bancario en Frankfurt, Alemania. Dijo que el banco tenía la intención de bajar la inflación “de manera oportuna” y que “lo lejos que tengamos que ir, y lo rápido, estará determinado por las perspectivas de inflación.”
El BCE ha subido los tipos al ritmo más rápido de su historia para combatir una inflación que alcanzó el 10,7% en la eurozona en octubre, la más alta desde que se empezaron a llevar estadísticas en 1997 y muy por encima del objetivo del banco del 2%.
La inflación se ha visto alimentada por los elevados precios del gas natural causados por los recortes de Rusia en el suministro de gas durante la guerra de Ucrania y por los cuellos de botella en el suministro de piezas y materias primas a medida que la demanda se recupera de las restricciones impuestas durante la pandemia de coronavirus.
En respuesta, el banco central ha elevado sus referencias en dos puntos porcentuales completos desde julio. Los analistas esperan que se produzcan más subidas en la reunión del 15 de diciembre.
Lagarde advirtió a los gobiernos contra el gasto excesivo en ayudas a los consumidores y a las empresas afectadas por los altos costes de la energía, afirmando que estas ayudas financieras deben ser temporales y estar dirigidas a las personas más necesitadas de ayuda. De lo contrario, el gasto podría hacer subir la demanda y, por tanto, la inflación, y debilitar los incentivos para que la gente conserve la energía.
El aumento de los intereses de referencia de los bancos centrales influye en el coste de los préstamos, elevando el precio del crédito y encareciendo los préstamos, los gastos o las inversiones, reduciendo así la demanda de bienes y, en teoría, conteniendo los precios.
Aunque la subida de los tipos es una herramienta clave para contener la inflación, su uso puede suscitar preocupación por el impacto en el crecimiento. La economía de la eurozona sólo creció un 0,2% en el trimestre julio-septiembre.
Muchos economistas pronostican una recesión a finales de este año y principios del próximo, ya que la inflación resta poder adquisitivo a los consumidores. Los funcionarios del Banco dicen que unos tipos más altos ahora evitarán la necesidad de medidas aún más drásticas más adelante si la inflación sigue fuera de control.