WAUKEGAN, Ill. (AP) – Amigos, vecinos y dignatarios presentaron el sábado sus respetos a la familia de Eduardo Uvaldo, una de las siete personas que murieron en el ataque a un desfile del 4 de julio cerca de Chicago.
Uvaldo, que habría cumplido 70 años el viernes, era natural de México y se trasladó por primera vez a Estados Unidos cuando tenía 15 años. En su obituario se le recuerda por su amor a su numerosa familia: le sobreviven su esposa, María, cuatro hijas, cuatro hermanos, nietos y bisnietos.
“Era divertido, encantador, guapo, cariñoso y, sobre todo, cariñoso”, decía su obituario. “Su presencia trajo felicidad a cada miembro de la familia”.
Fuera del velatorio en The Memorial Chapel of Waukegan, la asistente Lilia Cervantes dijo a los periodistas que conocía a Uvaldo desde hacía 20 años y que había trabajado con él durante 11 años.
“Es un momento muy difícil para la familia y los compañeros de trabajo”, dijo en español. “Era muy amable”.
Entre los que presentaron sus respetos el sábado estaban el gobernador J.B. Pritzker, la vicegobernadora Juliana Stratton, la alcaldesa de Highland Park Nancy Rotering y el jefe de policía de Highland Park, Lou Jogmen.
Uvaldo murió el miércoles en un hospital de Evanston a causa de las heridas sufridas durante el ataque al desfile.
El viernes se celebraron funerales por separado para tres de las otras víctimas: Jacquelyn Sundheim, de 63 años, Stephen Straus, de 88 años, y Nicolás Toledo-Zaragoza, de 78 años, quien, al igual que Uvaldo, era de Waukegan, una ciudad al norte de Highland Park, en la costa del lago Michigan.
Los detalles del funeral de los otros muertos en el ataque no se han hecho públicos. Las autoridades los han identificado como Katherine “Katie” Goldstein, de 64 años, y un matrimonio, Irina McCarthy, de 35 años, y Kevin McCarthy, de 37, que asistían al desfile con su hijo de 2 años.
La policía dice que las víctimas fueron disparadas al azar y que el agresor no tenía ninguna motivación racial o religiosa.
Robert E. Crimo III ha sido acusado de siete cargos de asesinato en primer grado. Los fiscales esperan presentar más cargos en representación de las más de 30 personas que resultaron heridas en el ataque.
Los investigadores han dicho que Crimo, de la vecina Highwood, compró legalmente cinco armas y planeó el ataque durante semanas antes de subir al tejado de un negocio situado en la ruta del desfile y abrir fuego con un rifle semiautomático.
Los investigadores informaron de que Crimo huyó del desfile mezclándose con la multitud que huía, y luego condujo hasta la zona de Madison, Wisconsin, donde contempló la posibilidad de realizar un segundo ataque. Regresó a la zona de Highland Park y su coche fue localizado por la policía.
Siguen existiendo dudas sobre si Crimo debería haber podido comprar legalmente armas de fuego en Illinois. Los funcionarios de la Policía Estatal de Illinois han defendido la aprobación de su licencia de armas en diciembre de 2019, meses después de que la policía recibiera informes de que había hecho amenazas suicidas y violentas.