La protesta de los agricultores en España pone de manifiesto las preocupaciones rurales

MADRID (AP) – Agricultores, ganaderos, cazadores y simpatizantes de la oposición acudieron el domingo a Madrid, la capital española, para protestar contra las políticas medioambientales y económicas del gobierno español de centro-izquierda que, según ellos, están perjudicando a las comunidades rurales.

La protesta del domingo fue organizada por Alma Rural 2021, una plataforma que representa a más de 500 organizaciones rurales de todos los rincones de España. También asistieron miembros de los partidos de la oposición, desde centristas hasta partidarios de la extrema derecha.

La manifestación se produjo en un momento en que los políticos españoles están haciendo campaña antes de unas elecciones anticipadas en Castilla y León, una vasta región al noreste de Madrid en la que las propuestas contra la despoblación y las políticas agrícolas están siendo el centro de atención.

Carlos Bueno, responsable de Alma Rural 2021, dijo que la protesta pretendía poner de manifiesto las preocupaciones del mundo rural en medio de lo que denominó ataques “ideológicos” del gobierno. Las preocupaciones iban desde la regulación de los precios de los productos agrícolas hasta la protección de los que crían ganado para las corridas de toros y más subvenciones para las industrias rurales.

Tractores y carros de toros encabezaron la marcha a lo largo de una calle de Madrid, con manifestantes que caminaron desde las puertas del Ministerio de Transición Ecológica -el anterior Ministerio de Medio Ambiente- hasta el Ministerio de Agricultura. Entre las numerosas pancartas que portaban los manifestantes, una rezaba: “Los agricultores hablan. ¿Quién escucha?”

El Ministerio de Transición Ecológica de España dijo que el presupuesto del país para 2022 incluye 4.200 millones de euros (4.700 millones de dólares) para luchar contra la despoblación de las zonas rurales. El mundo rural español “no necesita eslóganes populistas, sino implicación política y recursos para resolver los problemas históricos”, dijo en un comunicado.

La polémica sobre la ganadería industrial ha acaparado los titulares durante el último mes desde que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, miembro del socio menor de extrema izquierda de la administración liderada por los socialistas, criticara las grandes explotaciones ganaderas por dañar el medio ambiente y producir alimentos de baja calidad para la exportación.

Sus declaraciones provocaron una tormenta política, crearon divisiones dentro de la coalición gobernante y llevaron a los partidos de la oposición de derechas a pedir la dimisión de Garzón.

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