La policía mexicana encuentra el cuerpo de una joven desaparecida en una cisterna
CIUDAD DE MÉXICO (AP) – La inquietante historia de una joven abandonada a un lado de una carretera a altas horas de la noche en el norte de México terminó en dolor, con su cuerpo en descomposición encontrado en un tanque de agua subterráneo en un motel.
El subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, dijo el viernes que el cuerpo de la mujer -aparentemente irreconocible después de lo que puede haber sido casi dos semanas en el agua- tenía un collar de crucifijo y la ropa que Debanhi Escobar llevaba puesta la noche que desapareció.
A pesar de lo que las autoridades del estado fronterizo de Nuevo León describieron como una búsqueda masiva de la joven, la historia terminó como suele suceder en México: cuando su cuerpo fue encontrado por la población local.
“La alerta la dieron los trabajadores del hotel, por los fétidos olores que provenían de la zona”, dijo Mejía.
Los fiscales del Estado dijeron más tarde que habían confirmado que el cuerpo era de Escobar.
El caso de Escobar llegó a los titulares por una inquietante foto tomada por el conductor que debía llevarla a casa esa noche. No estaba claro por qué se bajó del coche, pero su padre, Mario Escobar, dijo que los fiscales le dijeron que las imágenes de las cámaras de vigilancia sugerían que el conductor había tocado a su hija de forma inapropiada.
“Supongo que mi hija no soportó el acoso”, dijo el padre. El conductor ha sido interrogado, aunque no se ha hecho público su nombre completo. Mario Escobar dijo que, aunque el conductor no la haya matado, era responsable de la muerte de su hija.
El conductor, que trabajaba para una aplicación de taxis, tomó la foto para mostrar que Debanhi, de 18 años, salió viva de su coche el 8 de abril en las afueras de la ciudad de Monterrey. Allí estaba, una joven sola de noche en el arcén de una carretera, con una falda y unas zapatillas altas.
La imagen parecía hablar de la tremenda vulnerabilidad, y la seguridad en sí misma -o la desesperación- de la joven.
Nadie la vio hasta el jueves por la tarde, cuando los investigadores lograron sacar su cuerpo del tanque de agua de 4 metros de profundidad, cerca de una piscina del motel de carretera.
Mario Escobar dijo que “los fiscales no hicieron bien su trabajo”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el viernes que el caso “ha causado, lógicamente, mucha preocupación, mucha inquietud” entre los mexicanos.
A los críticos les molesta el hecho de que, incluso cuando las autoridades se ven impulsadas a actuar por el clamor público, las investigaciones rara vez son muy oportunas o eficientes.
Durante la semana en la que, según los investigadores, 200 personas utilizaron drones, perros de búsqueda y revisiones de las grabaciones de las cámaras de seguridad para buscar a Debanhi, su cuerpo estaba en realidad tirado no muy lejos de donde había sido vista por última vez.
Los asesinatos de mujeres han aumentado en los últimos años en México, pasando de 977 casos en 2020 a 1.015 en 2021. Y esos fueron solo casos clasificados como “feminicidios” un término legal utilizado en México cuando las mujeres son asesinadas por su género. Los asesinatos de mujeres en general son mucho más altos.
Las desapariciones de mujeres también son elevadas, con unas 1.600 denuncias de desaparición en lo que va de año. Las autoridades afirman que 829 de ellas siguen figurando como desaparecidas, y 16 fueron encontradas muertas.
Justo antes de la desaparición de Debanhi Escobar, otra mujer fue asesinada en Monterrey, María Fernanda Contreras, de 27 años. Un sospechoso – aparentemente, un amigo o conocido de la mujer – ha sido detenido.
Durante la semana en la que las autoridades buscaban a Escobar, los medios locales informaron de que se habían encontrado los cuerpos de otras cinco mujeres y niñas en el estado. Todas las víctimas habían sido dadas por desaparecidas alrededor de la misma época que Debanhi. Cuatro tenían 16 años o menos.
Más tarde, la directora de la Comisión de Búsqueda del estado, Mary Balderas, dijo que los informes eran erróneos. Dijo que las cinco jóvenes habían sido encontradas vivas.
Angélica Orozco, quien lidera el grupo de familiares Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en el estado de Nuevo León, dijo que el problema no es sólo que las autoridades son lentas para investigar y lo hacen mal, sino que también tienden a culpar a las víctimas.
“Lo primero es que no realizan investigaciones o búsquedas diligentes, y lo segundo son las declaraciones que emiten las autoridades, en algunos casos vinculándolas con actividades ilícitas”, dijo Orozco.
Le molestó especialmente que el fiscal del estado de Nuevo León, Gustavo Guerrero, dijera el jueves que la mayoría de las mujeres desaparecen voluntariamente, o como un acto de “rebeldía.”
“El principal motivo de las desapariciones de mujeres es por falta de comunicación con sus familias, por disputas con ellas, por rebeldía de los jóvenes”, dijo Guerrero. “El rango de edad de la mayoría de las mujeres que desaparecen es de 14 a 25 años, pero no se debe a un delito, sino que esuna situación voluntaria”.
Este punto de vista fue discutido por María de la Luz Estrada, del grupo activista Observatorio Nacional del Feminicidio, quien dijo que se ha convertido en un patrón deprimente que cuando las mujeres desaparecen, aparecen muertas.
“Es muy grave y lamentable”, dijo Estrada sobre el caso de Escobar, “pero ese ha sido el patrón en los últimos años, las desapariciones se convierten en crímenes como los feminicidios.”
El problema tampoco se limita a Nuevo León. Las autoridades de otro estado fronterizo, Sonora, tienen tantas mujeres -y hombres- desaparecidos que los fiscales estatales de ese estado anunciaron que están enviando laboratorios móviles a tres ciudades “para recoger muestras masivas de ADN” de los familiares de los desaparecidos para ayudar a identificar los cuerpos encontrados allí.