El miércoles por la tarde, la estrella emergente de la NBA Miles Bridges fue detenido por la policía de Los Ángeles por un delito de violencia doméstica. El alero de los Charlotte Hornets, de 24 años, acabó entre rejas en vísperas de la agencia libre, en la que se esperaba que llegara a un acuerdo de más de 100 millones de dólares tras una temporada de éxito liderando a su equipo en anotación. Fue puesto en libertad bajo fianza y está previsto que comparezca ante el tribunal el 20 de julio.
Mientras que la policía de Los Ángeles no dio ninguna información sobre el incidente que desencadenó la detención, los Hornets respondieron con un comunicado el jueves: “Los Charlotte Hornets son conscientes de la situación que involucra a Miles Bridges. Estamos reuniendo información adicional. No tendremos más comentarios en este momento”.
A última hora de la noche del jueves, Mychelle Johnson, la esposa de Bridges y madre de sus dos hijos, arrojó luz sobre las supuestas acciones de los jugadores de la NBA, publicando una serie de fotos en Instagram que mostraban los moratones que, según ella, había causado Bridges, así como lo que parece ser un informe del hospital con detalles desgarradores: “Víctima adulta de abuso físico por parte de su pareja masculina; Agresión por estrangulamiento; Conmoción cerebral; Fractura cerrada del hueso nasal; Contusión de costilla; Múltiples hematomas; Distensión del músculo del cuello”.
Las fotos iban acompañadas de una declaración de Johnson: “Odio haber llegado a esto, pero no puedo seguir callando. He permitido que alguien destruya mi hogar, que abuse de mí de todas las maneras posibles y que traumatice a nuestros hijos de por vida. No tengo nada que demostrar al mundo, pero no voy a permitir que alguien que pudo hacer algo tan horrible no tenga remordimientos y pinte una imagen de algo que no soy. No voy a permitir que la gente que le rodea siga silenciándome y siga mintiendo para proteger a esta persona. No es ético, es inmoral, es verdaderamente ENFERMO. Me duele el corazón porque siempre he tenido esperanza, y mucho amor y por mucho miedo que me dé esto es hora de defenderme.”
Continuó: “No me callaré más para proteger a los demás porque me valoro a mí misma y a mis hijos más que a la ‘imagen’ de cualquiera’…. una fractura de nariz, de muñeca, un tímpano desgarrado, músculos desgarrados en el cuello por haberme asfixiado hasta dormirme y una conmoción cerebral grave. No necesito compasión, simplemente no quiero que esto le pase a nadie más, sólo quiero que esta persona reciba ayuda, mis hijos se merecen algo mejor. Eso es todo lo que quiero. Duele, todo duele, esta situación duele, lo más importante es que tengo miedo y me duele por mis hijos que fueron testigos de todo. Por favor, respeten la intimidad de mis familias y dejen los asquerosos rumores y acusaciones”.