WASHINGTON (AP) – En una reversión de una acción de la era Trump, la Agencia de Protección Ambiental dijo el lunes que reanudará la aplicación de una regla que limita las emisiones de mercurio y otros contaminantes peligrosos de las plantas de energía.
La acción de la EPA restablece una regla impuesta bajo el presidente Barack Obama y continúa una práctica en la que la administración Biden restablece las protecciones ambientales aflojadas bajo el presidente Donald Trump. La norma de 2012 exige reducciones significativas de las emisiones de mercurio, gases ácidos y otros contaminantes nocivos, principalmente por parte de las centrales eléctricas de carbón.
La EPA dijo que sus acciones mejorarían la salud pública, incluyendo la reducción del riesgo de ataques cardíacos y cáncer y evitando retrasos en el desarrollo neurológico de los niños.
“La ciencia sólida deja claro que necesitamos limitar el mercurio y las toxinas en el aire para proteger a los niños y a las comunidades vulnerables de la peligrosa contaminación”, dijo el administrador de la EPA, Michael Regan, en un comunicado. “La EPA se ha comprometido a reducir agresivamente la contaminación del sector energético para que todas las personas, independientemente del código postal o de la cantidad de dinero que tengan en el bolsillo, puedan respirar aire limpio y vivir vidas saludables y productivas.”
La administración de Trump eliminó la norma de las centrales eléctricas en 2020, diciendo que la norma anterior equivalía a una extralimitación regulatoria que imponía un daño indebido al sector energético. Andrew Wheeler, el ex cabildero del carbón que dirigió la EPA bajo Trump, dijo que la acción de 2020 equilibró el costo de la regla para los servicios públicos con la seguridad pública.
Al revertir esa decisión, la EPA dijo que la acción de la era de Trump estaba “basada en una interpretación fundamentalmente defectuosa de la Ley de Aire Limpio que indebidamente ignoró o subestimó los beneficios vitales para la salud de la reducción de la contaminación atmosférica peligrosa de las plantas de energía.”
Sobre la base de una revisión exhaustiva de los beneficios, los “costos razonables de los controles” y otros factores, “la EPA propone reafirmar que es apropiado y necesario regular las emisiones de contaminantes atmosféricos peligrosos de las centrales eléctricas de carbón y petróleo”, dijo la agencia.
La norma de la era Obama condujo a lo que las empresas eléctricas dicen que fue una limpieza de 18.000 millones de dólares de mercurio y otras toxinas de las chimeneas de las centrales eléctricas de carbón. A la norma se le atribuyó el mérito de frenar los devastadores daños neurológicos del mercurio en los niños y de evitar miles de muertes prematuras al año, entre otros beneficios para la salud pública.
La mayoría de las centrales eléctricas de carbón ya han realizado las actualizaciones tecnológicas exigidas por la norma de 2012. Las centrales eléctricas de carbón son la mayor fuente de contaminantes de mercurio creada por el hombre, que entran en la cadena alimentaria a través del pescado y otros productos que la gente consume.