Era lógico que John Oliver fuera el primer invitado de Seth Meyers el día en que Gran Bretaña enterró a la reina Isabel II.
Después de la Late Night presentador felicitara a Oliver por haber ganado este mes su séptimo Emmy consecutivo por Serie de Conversación Sobresaliente de Variedades, Oliver admitió que odia las galas de premios y que “habría sido más bonito verte literalmente en cualquier otro lugar de la Tierra”, comparando el evento con un “funeral real sin reina muerta.”
Con esa frase, se pusieron en marcha los comentarios sobre lo que Oliver ve claramente como la reacción exagerada de su país natal a la muerte de su monarca de toda la vida. Como Late Night’s no oficial “corresponsal real”, el Last Week Tonight se apresuró a fingir angustia por lo que describió como “10 días de luto forzado”, ofreciendo un “sentimos nuestra pérdida” al baterista británico de Meyers.
“Básicamente, cada vez que muera un miembro de la realeza, vendré aquí”, prometió Oliver. “Sólo tienes que hacer clic en tus tacones tres veces y estaré aquí para darle la falta de respeto que se merece”.
Continuó burlándose del Reino Unido por suspender los partidos de fútbol -un “acto de guerra de clases tangible”- e incluso, aparentemente, por bajar el sonido de los pitidos de las cajas en los supermercados para honrar a la Reina. “Como si alguien hubiera entrado, hubiera escuchado el pitido habitual y hubiera dicho: ‘¡Tengan un poco de respeto, joder! Está en reposo”. Como es tradición, es apropiado un pitido más bajo'”.
Más adelante en el segmento, Oliver reveló que la televisión británica censuró su reacción inicial a la muerte de la Reina cuando su programa se emitió en el extranjero la semana pasada.
“Todo lo que dijimos fue que Gran Bretaña todavía está de luto por la impactante pérdida de una mujer de 96 años por causas naturales”, explicó. “Científicamente, no es una broma. Es sólo un hecho con una especie de inflexión de pacotilla. Eso es todo lo que es Y, sin embargo, lo cortaron. Lo cual es bastante mierda, porque, aparentemente, todo lo que hemos oído en toda la semana es que la Reina tenía un increíble sentido del humor.”
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