El domingo, John Oliver inició un nuevo episodio de su aclamada serie de HBO Last Week Tonight adentrándose en las aguas de Mar-a-Lago, el club de campo de Trump en Palm Beach, Florida, que fue recientemente allanado por el FBI después de que el expresidente supuestamente se llevara allí documentos clasificados de la Casa Blanca a pesar de que su abogado declarara lo contrario.
“Las consecuencias del registro del FBI en Mar-a-Lago continuaron, con los asociados de Trump dando vueltas a racionalizaciones cada vez más extravagantes de por qué estaba bien que guardara allí documentos sensibles, incluyendo este”, ofreció Oliver.
El presentador de la noche pasó entonces a una entrevista con el portavoz de Trump, Rudy Giuliani -que una vez se casó con su propia prima segunda- en Newsmax, diciendo: “Si miras la Ley de Espionaje, no se trata realmente de coger los documentos, sino de destruirlos, o esconderlos, o dárselos al enemigo. No se trata de cogerlos y ponerlos en un lugar más o menos tan seguro como el que tenían al principio”.
Cue Oliver: “OK, mira, dejando de lado a Rudy caminando justo arriba hasta la línea de admitir en nombre de Trump que se llevó esos documentos, si estás comparando la seguridad de dos lugares, los dos peores ejemplos serían la Casa Blanca y el resort de Florida donde un fallido Bachelorette concursante afirmó de hecho en Instagram: ‘Curioseé con bastante libertad y el servicio secreto no se preocupó demasiado por la habitación en la que entré’, porque no es exactamente un almacén de seguridad si el pastor de jóvenes Ryan Reynolds puede pasearse por donde le dé la gana”.
Ese antiguo Bachelorette concursante es James McCoy Taylor, un ruidoso partidario de Trump que admitió poder pasearse por todo Mar-a-Lago tras recibir una invitación allí de Turning Point USA, y que cantó una canción de homenaje a Trump que da grima.