LOS ÁNGELES (AP) – Justo antes de que Jessica Henwick fuera elegida para participar en “Juego de Tronos” y “Star Wars: El despertar de la Fuerza”, la entonces aspirante a actriz ya había dejado Los Ángeles por su ciudad natal en Inglaterra.
“Me quedé sin dinero, así que volví y me mudé de nuevo con mis padres”, recordó.
Aunque no había renunciado del todo a la interpretación, Henwick tenía dificultades para encontrar trabajo delante de la cámara. Antes de dejar Los Ángeles, trabajó como miembro del equipo en platós, una experiencia que aprovechó para su papel en “Glass Onion: A Knives Out Mystery”, de Rian Johnson, que se estrena el viernes en Netflix.
En la película de misterio, que cuenta con un reparto repleto de estrellas, Henwick interpreta a Peg, la ayudante y encargada de la fundadora de la línea de modelos y pantalones de chándal Birdie (Kate Hudson). Pero su experiencia como miembro del equipo fue algo más que una fuente de inspiración para su personaje: fue “enormemente educativa” para ella como actriz, dice Henwick.
“Estar en un plató y escuchar cómo el director se comunicaba con el reparto y con el equipo y cómo funcionaba, fue muy instructivo”, dijo.
Aunque su interpretación de Bichos en “Las resurrecciones de Matrix” cosechó los elogios de la crítica, sigue considerándose una “actriz trabajadora.”
“No me dan las cosas porque sí”, dijo, aunque admite que trabajar con Keanu Reeves supuso un punto de inflexión en su carrera, además de un triunfo personal.
“Quiero decir, qué icono. Ya no los hacen así. Es un poco triste”, dijo.
Reflexionando sobre su experiencia con Reeves, Henwick se lamentó de cómo ha cambiado el panorama de Hollywood.
“Él es de una época en la que significaba algo ser una estrella o un A-lister”, dijo. “Hoy en día hay tantos actores. No sé si se ha diluido o quizá estamos sobreexpuestos con las redes sociales.”
Henwick siempre había sabido que las posibilidades de triunfar en Hollywood eran escasas, lo que, según ella, influyó en su decisión de abandonar la escuela de interpretación tras ser elegida como protagonista de la serie de la BBC “Spirit Warriors” en 2009.
“Tal vez me quedé demasiado grande para mis botas. No lo sé. Sólo creo que me di cuenta de que no tienes que hacer eso”, dijo cuando le preguntaron por qué lo dejó. “Si hubiera seguido yendo a esa escuela, me habría endeudado”.
Dijo que lucha con el tema de la equidad en la actuación dado el alto coste de la formación en Inglaterra.
“Definitivamente está predispuesto hacia las personas privilegiadas”, dijo. “Sé que tenemos algunos de los mejores profesores del mundo, así que apoyo totalmente lo que cobran las escuelas, pero significa que las personas de familias con menos ingresos no pueden permitirse ir”.
Henwick, cuya madre es china de Singapur, también era consciente de las escasas oportunidades para la gente de color en Inglaterra, lo que, según ella, fue uno de los factores que impulsaron su traslado inicial a Los Ángeles.
“La principal exportación de Inglaterra, en términos de entretenimiento, son los dramas de época. Lo hacemos mejor que nadie en el mundo. Shakespeare, Austen. Incluso en aquella época, la serie más importante era ‘Downton Abbey'”, recuerda. “Me moría de ganas de estar en una de ellas. El vestuario, el lenguaje. Es poesía”.
Cuando se le preguntó cómo abordar esa falta de representación, Henwick elogió a la productora ejecutiva de “Bridgerton”, Shonda Rhimes, por su capacidad para aportar diversidad al género.
Henwick espera un 2023 más arraigado y descansado tras años de viajes y grandes proyectos. Pero dijo que, si puede elegir en el futuro, espera trabajar con Nicolas Cage algún día.
“Sólo quiero ver el método detrás de la locura”, se rió. “También siento que me estoy abriendo camino entre los héroes de acción de los 90. He trabajado con Keanu. He trabajado con Edward (Norton). Nicolas Cage, eres el siguiente”.