Jerrod Carmichael prometió “una noche de alegría y devastación” y no defraudó.
El cómico, ganador de un Emmy, subió al escenario como presentador de la 80ª edición de los Globos de Oro -tras un año de descanso para el espectáculo en medio de varias polémicas- y enseguida bajó el tono festivo.
“Estoy aquí porque soy negro”, dijo a bocajarro al público de famosos. Carmichael explicó que el programa no se emitió en 2022 “porque la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood -no diré que fueran una organización racista, pero no tuvieron ni un solo miembro negro hasta que murió George Floyd, así que hagan con la información lo que quieran”.
Cuando recibió la llamada para presentar el programa, dijo que le pilló por sorpresa. “En un momento estás preparando té de menta en casa y al siguiente te invitan a ser la cara negra de una organización de blancos en apuros”, bromeó. Carmichael se sinceró sobre el “dilema moral y racial” al que se enfrentaba, sopesando la controvertida decisión con los 500.000 dólares que, según dijo, le pagaban por hacerlo.
A medida que hablaba, los cortes a las celebridades del público eran cada vez más incómodos, ya que se podía ver a todo el mundo, desde Brad Pitt a Phoebe Waller-Bridge, retorciéndose en sus asientos. Ni siquiera Tracy Morgan esbozó una sonrisa.
Carmichael, que tomó asiento en un lateral del escenario, contó al público que, tras aceptar el trabajo, se dio cuenta de que podía hacer lo que quisiera. “No han tenido un presentador negro en 79 años, ¿van a despedir al primero? Soy imposible de despedir”.
“He oído que tienen seis nuevos miembros negros. Enhorabuena a ellos, lo que sea, claro, pero no es por eso por lo que estoy aquí”, dijo.
“Estoy aquí, de verdad, por todos vosotros. Miro a esta sala y veo a un montón de gente con talento, gente a la que admiro, gente a la que me gustaría parecerme y gente de la que estoy celoso y gente que son realmente artistas increíbles. Y sea cual sea el pasado de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, esta es una noche en la que podemos celebrarlo. Y creo que esta industria se merece veladas como esta y me alegro de que estéis todos aquí”.
Fue un largo camino desde Ricky Gervais bebiendo cerveza y asando a Mel Gibson.