TOKIO (AP) – Japón y Estados Unidos mantendrán conversaciones sobre seguridad entre sus ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa en Washington un día antes de que el primer ministro japonés, Fumio Kishida, aterrice en la capital estadounidense la próxima semana para concluir su gira por los países del Grupo de los Siete, mientras Tokio amplía su ejército y profundiza su alianza con Estados Unidos en medio de la creciente influencia de China.
Kishida emprenderá el lunes un viaje por cinco países: Francia, Italia, Gran Bretaña y Canadá, antes de su cumbre del 13 de enero con el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Aunque los dos líderes se reunieron por última vez durante un encuentro del Grupo de los 20 en Bali (Indonesia), la visita de Kishida a Washington será la primera como primer ministro.
El ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yoshimasa Hayashi, volarán a Washington para reunirse con sus homólogos estadounidenses, Lloyd Austin y Antony Blinken, en sus conversaciones de seguridad “2+2” del miércoles, justo antes de la cumbre de sus líderes en la Casa Blanca, según informaron el viernes funcionarios japoneses.
Se espera que las conversaciones “2+2” se centren en sus nuevas estrategias de seguridad nacional, publicadas por Japón a mediados de diciembre y por Estados Unidos en octubre, y en la forma en que los dos aliados planean abordar problemas de seguridad como China, Corea del Norte y Rusia.
“Discutiremos el fortalecimiento de la disuasión y la capacidad de respuesta de la alianza Japón-Estados Unidos teniendo en cuenta nuestros nuevos documentos estratégicos”, declaró Hamada a los periodistas.
Hamada dijo el viernes que él y Austin mantendrán por separado conversaciones bilaterales de defensa el jueves para discutir los detalles de cómo sus ejércitos pueden ampliar y profundizar sus operaciones. A la pregunta de si discutirán una revisión de su actual directriz de defensa basada en el papel más defensivo de Japón, Hamada dijo que no se ha decidido nada.
Japón adoptó en diciembre un conjunto de tres documentos de estrategia de seguridad y defensa que rompen con su postura exclusiva de autodefensa. En virtud de las nuevas estrategias, Japón se compromete a aumentar su capacidad de contraataque con misiles de crucero de largo alcance, incluidos los Tomahawks de fabricación estadounidense que pueden alcanzar objetivos potenciales en China, duplicar su presupuesto de defensa en cinco años y reforzar el desarrollo de armas avanzadas.
Los funcionarios estadounidenses han acogido con satisfacción la voluntad de Japón de asumir un papel más ofensivo, mientras que los expertos afirman que también podría ayudar a ampliar la cooperación con Australia, su principal socio regional en materia de defensa.
Kishida dijo el miércoles que sus conversaciones con Biden subrayarán la fortaleza de la alianza entre Japón y Estados Unidos y destacarán una cooperación más estrecha entre los países bajo las nuevas estrategias de seguridad y defensa de Japón adoptadas el mes pasado.
Kishida dijo que la coordinación con otros líderes del G-7 antes de la cumbre de Hiroshima que acogerá en mayo es un propósito clave de su viaje, pero funcionarios japoneses dijeron que sus conversaciones también se centrarán en la seguridad y la cooperación militar.
Kishida quiere que los países afines mantengan su compromiso militar en la región Indo-Pacífica y amplíen su cooperación para contrarrestar a China, según las autoridades. Kishida también quiere confirmar la unidad del G-7 para hacer frente a la guerra de Rusia contra Ucrania.
Kishida planea discutir la profundización de los lazos de seguridad con Francia a través de ejercicios militares conjuntos. El desarrollo y la producción conjunta de Japón de su avión de combate de nueva generación F-X con Italia y Gran Bretaña para su despliegue en 2035 será uno de los puntos principales de su agenda durante su visita a Roma y Londres, ya que buscan ampliar aún más sus lazos militares.