JERUSALÉN (AP) – El ejército israelí lanzó el sábado una cacería humana en el norte de Cisjordania mientras busca a un par de atacantes palestinos que dispararon y mataron a un guardia de seguridad en la entrada de un asentamiento judío.
El nuevo ataque, combinado con la muerte de un palestino en otro lugar de la Cisjordania ocupada, podría avivar aún más las tensiones que se han disparado en los últimos dos meses. Una serie de ataques palestinos en Israel y Cisjordania han dejado 15 israelíes muertos, mientras que al menos 27 palestinos han sido asesinados por las fuerzas de seguridad israelíes en las últimas semanas.
El guardia de seguridad fue tiroteado a las afueras de Ariel, un importante asentamiento en el norte de Cisjordania, a última hora de la noche del viernes por un par de asaltantes en un coche, dijo el ejército. Dijo que el guardia se puso delante de otro guardia que estaba con él, salvando su vida.
Las fuerzas israelíes establecieron el sábado puestos de control y estaban realizando búsquedas de los atacantes en la zona, dijo el ejército. Dijo que había detenido a dos supuestos miembros del grupo militante Hamás, pero no hubo indicios inmediatos de que los hombres estuvieran implicados en el ataque. Hamás elogió la muerte del guardia, pero no reivindicó la autoría del tiroteo.
En otro incidente, las tropas israelíes dispararon y mataron a un palestino de 27 años en la aldea de Azoun, cerca de la ciudad de Qalqilya, a primera hora del sábado, según el Ministerio de Sanidad palestino. El ejército dijo que había abierto fuego después de que un grupo de sospechosos lanzara bombas incendiarias hacia los soldados.
Las tensiones han aumentado en las últimas semanas debido a los ataques con disparos palestinos en ciudades israelíes, a la represión militar israelí en el norte de Cisjordania, de donde procedían algunos de los atacantes, y a los recurrentes enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes en torno al lugar religioso más sensible de Jerusalén.
En este lugar se encuentra la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam, y cada vez más palestinos acuden allí a rezar durante el mes sagrado musulmán del Ramadán. El complejo de la colina es también el lugar más sagrado para los judíos, que lo llaman el Monte del Templo porque era donde se encontraban los templos bíblicos.
El año pasado, la violencia en este lugar contribuyó a desencadenar una guerra de 11 días entre Israel y los militantes de Gaza.
En las últimas semanas, la policía israelí y los palestinos se han enfrentado allí en varias ocasiones, incluida la mañana del viernes. Las autoridades israelíes acusan a Hamás de incitar a la violencia y afirman que las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a intervenir para detener los lanzamientos de piedras.
Los palestinos afirman que la presencia de la policía israelí en el lugar y las visitas periódicas de un número cada vez mayor de judíos nacionalistas y religiosos constituyen una violación de los acuerdos informales que rigen el lugar desde hace décadas. Las visitas se interrumpieron la semana pasada durante los últimos 10 días del Ramadán, que concluye este fin de semana.