MADRID (AP) – Organizaciones de derechos humanos de España y Marruecos pidieron a ambos países que investiguen la muerte de al menos 18 africanos y las heridas sufridas por decenas más que intentaron escalar la valla fronteriza que rodea Melilla, un enclave español en el norte de África.
Las autoridades marroquíes dijeron que las víctimas se produjeron cuando una “estampida” de personas intentó escalar la valla de hierro que separa Melilla de Marruecos. En un comunicado publicado el viernes, el Ministerio del Interior de Marruecos dijo que 76 civiles resultaron heridos junto con 140 agentes de seguridad marroquíes.
Las autoridades locales citadas por la agencia oficial de noticias marroquí MAP dijeron que el número de muertos aumentó a 18 después de que varios migrantes murieran en el hospital. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos informó de 27 muertos, pero la cifra no pudo ser confirmada inmediatamente.
Dos miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes y 33 migrantes que resultaron heridos durante la ruptura de la frontera estaban siendo tratados en hospitales de las ciudades marroquíes de Nador y Oujda, dijo la MAP.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, condenó el sábado lo que describió como un “asalto violento” y un “ataque a la integridad territorial” de España. Las autoridades españolas dijeron que 49 guardias civiles sufrieron heridas leves.
“Si hay algún responsable de todo lo que parece haber ocurrido en esa frontera, son las mafias que trafican con seres humanos”, dijo Sánchez.
Sus declaraciones se produjeron mientras la Asociación Marroquí de Derechos Humanos compartía en las redes sociales vídeos que parecían mostrar a decenas de inmigrantes tendidos en el suelo, muchos de ellos inmóviles y algunos sangrando, mientras las fuerzas de seguridad marroquíes se colocaban sobre ellos.
“Los dejaron allí sin ayuda durante horas, lo que aumentó el número de muertes”, dijo el grupo de derechos humanos en Twitter. Pidió una investigación “exhaustiva”.
En otro de los vídeos de la asociación, un agente de seguridad marroquí parece utilizar una porra para golpear a una persona tendida en el suelo.
En un comunicado publicado a última hora del viernes, Amnistía Internacional expresó su “profunda preocupación” por los sucesos ocurridos en la frontera.
“Aunque los migrantes hayan actuado de forma violenta en su intento de entrar en Melilla, cuando se trata de un control fronterizo, no todo vale”, dijo Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España. “Los derechos humanos de los migrantes y refugiados deben ser respetados y situaciones como la vista no pueden volver a repetirse”.
Cinco organizaciones de derechos en Marruecos y APDHA, un grupo de derechos humanos con sede en la región del sur de España de Andalucía, también pidieron investigaciones.
La Organización Internacional para las Migraciones y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) también se pronunciaron con un comunicado en el que expresaban su “profunda tristeza y preocupación” por lo ocurrido en la frontera entre Marruecos y Melilla.
“La OIM y el ACNUR instan a todas las autoridades a dar prioridad a la seguridad de los migrantes y los refugiados, a abstenerse del uso excesivo de la fuerza y a defender sus derechos humanos”, dijeron las organizaciones.
En un comunicado publicado el sábado, la Comisión Española para los Refugiados, CEAR, denunció lo que describió como “el uso indiscriminado de la violencia para gestionar la migración y controlar las fronteras” y expresó su preocupación por el hecho de que la violencia haya impedido que personas con derecho a protección internacional lleguen a suelo español.
La Iglesia católica de la ciudad de Málaga, en el sur de España, también expresó su consternación por los hechos. “Tanto Marruecos como España han optado por eliminar la dignidad humana en nuestras fronteras, sosteniendo que hay que evitar a toda costa la llegada de migrantes y olvidando las vidas que se destrozan por el camino”, dijo en un comunicado redactado por una delegación de la diócesis que se ocupa de la migración en Málaga y Melilla.
Un portavoz de la oficina del gobierno español en Melilla dijo que unas 2.000 personas habían intentado cruzar la valla fronteriza, pero fueron detenidas por la Policía de la Guardia Civil española y las fuerzas marroquíes a ambos lados de la valla fronteriza. Un total de 133 migrantes lograron cruzar la frontera.
El intento de cruce masivo fue el primero desde que España y Marruecos arreglaron sus relaciones tras una disputa de un año relacionada con el Sáhara Occidental, una antigua colonia española anexionada por Marruecos en 1976. El deshielo de las relaciones se produjo después de que España respaldara el plan de Marruecos de conceder más autonomía al territorio, lo que supuso una inversión de su anterior apoyo a un referéndum respaldado por la ONU sobre el estatus del Sáhara Occidental.
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El-Barakah informó desde Rabat.
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