Esperanzas renovadas pero más retrasos para los cubanos que buscan visados en EEUU

CIENFUEGOS, Cuba (AP) – Al igual que muchos cubanos antes que él, Roberto De la Yglesia dejó atrás a la mayor parte de su familia cuando se dirigió a los Estados Unidos con sólo su hijo en 2015, con la esperanza de que pronto podría traer a su esposa e hijas para reunirse con él.

Años después, el ingeniero mecánico de Nueva Jersey y su familia en Cienfuegos, Cuba, siguen esperando -con una mezcla de esperanza y escepticismo renovados- ahora que el gobierno de Biden ha dicho que reactivará el Programa de Reagrupación Familiar, paralizado desde hace tiempo, que permite a los cubanos que están legalmente en Estados Unidos traer a sus parientes cercanos.

“Mi vida está en pausa”, dijo su esposa, Danmara Triana, sentada en el sofá de su casa en Cienfuegos mientras estaba rodeada de fotos envejecidas de la vida en común de la pareja. A pocos metros, su hija Claudia, de 21 años, esperaba el regreso de la escuela de Alice, de 7 años.

“Mi día a día pende de esto, de ver a mi hijo, de ver a mi marido”, dijo Triana. La contadora de 48 años dijo que revisa repetidamente el sitio web de la Embajada de Estados Unidos en La Habana para ver si hay noticias.

“Me levanto por la mañana y miro el teléfono. ¿Tendré una entrevista (para una visa) o no tendré una entrevista?”.

El gobierno de Biden dice que aproximadamente 20.000 solicitudes de visados de reagrupación familiar se han acumulado desde 2017. Fue entonces cuando el presidente Donald Trump cerró efectivamente el programa al retirar al personal diplomático de Cuba en respuesta a una serie de misteriosas enfermedades entre los diplomáticos que muchos sospecharon que eran el resultado de algún tipo de ataque de onda dirigida.

Pero muchos incidentes similares ocurrieron en otros lugares -incluso en Washington- y la CIA ahora ha determinado que es poco probable que sean el resultado de ataques de Rusia u otros adversarios extranjeros.

Aunque la administración dijo en abril que empezaría a reanudar el programa, todavía no ha ofrecido un calendario para aumentar la presencia diplomática estadounidense en Cuba.

Así que Triana y De la Yglesia esperan.

Funcionarios estadounidenses le dijeron a la pareja en 2017, poco antes de que se retiraran los diplomáticos, que calificaban para el programa y en 2020 creían que habían terminado todo el papeleo y pagado todas las cuotas.

Entonces llegó la pandemia de COVID-19, lo que aumentó las complicaciones.

“Me siento abandonado. No tengo base en ningún sitio”, dijo Claudia, que afirmó haber abandonado la carrera de medicina al sentirse “horriblemente desmotivada”.

La retirada de los diplomáticos fue sólo uno de los muchos pasos de la administración Trump para aislar a Cuba y retroceder desde una dramática apertura a la isla bajo el presidente Barack Obama.

Trump promulgó más de 200 medidas, que van desde la prohibición de los cruceros hasta los límites de los envíos de dinero desde Estados Unidos y las restricciones a los visitantes estadounidenses.

Biden anunció que desharía algunas -pero ni mucho menos todas- las restricciones de la era Trump.

Con las operaciones consulares inactivas en La Habana, los funcionarios estadounidenses dijeron a los cubanos que buscaran visas en las operaciones en Guyana, al otro lado del Caribe en el continente sudamericano, una opción costosa y poco práctica para la mayoría.

Así que, con la economía cubana en estado calamitoso, un número cada vez mayor de personas ha tratado de llegar a Estados Unidos de forma ilegal, llegando a Sudamérica o México y abriéndose paso de forma peligrosa hasta la frontera con Estados Unidos, lo que se suma a una ola de inmigración sin precedentes.

La Patrulla Fronteriza y de Aduanas de EE.UU. dice que detuvo a cubanos 79.800 veces en la frontera de EE.UU. en los seis meses desde octubre de 2021 hasta marzo de 2022, más del doble de la cifra de los 12 meses completos que terminaron en septiembre de 2021 y cinco veces la cifra del año anterior.

Al lado de la casa de Triana, Natacha González, de 61 años, vive con sus dos nietos. Su hija, al igual que De la Yglesia, vive ahora en Estados Unidos y comenzó el proceso de reagrupación en 2017.

“Puedo hablar por todos los padres y madres que están en este país sacando para que haya una correcta migración (legal) de nuestras familias”, dijo la hija de González, Yanelis León, en una videollamada desde Florida.

“Siento que no tengo oxígeno. … Llevo años en esto y no es justo que sigamos esperando”, añadió. “No voy a involucrar a mis hijos en una migración a través de las fronteras donde los voy a perder. Quiero hacer las cosas bien”.

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Andrea Rodríguez en Twitter: www.twitter.com/ARodriguezAP

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