España apacigua a los catalanes con la reforma prevista de la ley de sedición
MADRID (AP) – Los dos partidos que conforman el gobierno de coalición de izquierda de España presentaron el viernes una propuesta para reformar el centenario delito de sedición, que fue uno de los principales cargos contra activistas y políticos catalanes independentistas condenados por su papel en un impulso de secesión en 2017.
Según la propuesta, la sedición será sustituida por el delito de desorden público agravado y conllevará penas más bajas.
Con el apoyo de los partidos regionales más pequeños casi garantizado, es probable que el proyecto de ley sea aprobado por el Parlamento en los próximos meses, aunque podría sufrir algunos cambios menores.
El delito de sedición, vigente desde 1822, fue uno de los principales cargos contra nueve de los 12 activistas y políticos catalanes independentistas que fueron condenados por su papel en una declaración unilateral de independencia de España emitida el 27 de octubre de 2017 tras un referéndum de secesión ilegal a principios de ese mes.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, emitió el año pasado indultos parciales a los nueve separatistas de alto perfil, liberándolos de la cárcel después de haber pasado tres años entre rejas cumpliendo condenas que oscilaban entre los nueve y los 15 años. Sin embargo, siguen teniendo prohibido ocupar cargos públicos.
Al anunciar la reforma a última hora del jueves, Sánchez dijo que ésta pondría a España en línea con otras democracias europeas.
Pero Sánchez dijo que la reforma no eximiría al expresidente catalán Carles Puigdemont y a sus socios que huyeron del país en 2017 de ser juzgados eventualmente si regresan, aunque sea por un delito con una condena menor.
España ha estado buscando la extradición de Puigdemont desde Bélgica, donde ahora reside y forma parte del Parlamento Europeo. Los intentos anteriores de extraditar a quienes huyeron de España como Puigdemont se han visto frustrados por la diferencia entre el delito de sedición de España y el de otros países europeos.
La propuesta se produce mientras el Gobierno continúa las conversaciones con el partido separatista que dirige el gobierno regional de Cataluña para reducir las tensiones derivadas de lo que fue una de las mayores crisis políticas de la España moderna.
El gobierno en minoría de Sánchez depende a menudo del apoyo de ese mismo partido catalán en el parlamento nacional de España, y lo necesita para aprobar el presupuesto de 2023.
La reforma eliminaría el delito de sedición, castigado con entre 10 y 15 años de cárcel, y lo sustituiría por el de desórdenes públicos agravados, con penas de tres a cinco años entre rejas. También reduce el tiempo de prohibición de ejercer cargos públicos.
La medida podría allanar el camino para una revisión de las penas impuestas a los promotores de la secesión.
El presidente regional catalán, Pere Aragonès, describió la medida como “un paso adelante en el camino hacia la resolución del conflicto político”, mientras sigue presionando su demanda de un referéndum autorizado sobre la independencia.
El principal partido de la derecha española, el Partido Popular, criticó la medida y acusó a Sánchez de complacer a los secesionistas catalanes sólo para mantenerse en el cargo. Sánchez niega que la idea sea una concesión a los secesionistas catalanes, pero está de acuerdo en que ayudará a aliviar las tensiones con la región del noreste.
Las encuestas y los resultados de las elecciones muestran que los catalanes están divididos a partes iguales entre los que están a favor y los que están en contra de la independencia del rico rincón del noreste de España.
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Joseph Wilson en Barcelona contribuyó a este informe.