Seis años después de su último álbum en solitario, la LemonadeBeyoncé vuelve con “Break My Soul”, el single principal de su próximo séptimo álbum de estudio Renacimiento, que saldrá a la venta el 29 de julio. Después de revolucionar la industria al ser pionera en el lanzamiento sorpresa de gran presupuesto -una estrategia que tuvo tanta repercusión que ayudó a cambiar el día de lanzamiento de nueva música a los viernes-, Beyoncé ha demostrado una vez más que no somos más que peones en su juego, operando bajo su capricho felizmente.
Pero Beyoncé no ha podido resistirse a jugar con nuestros ritmos cardíacos en reposo una vez más, dejando caer “Break My Soul” tres horas antes de la medianoche hora del este en Tidaly tuvo la amabilidad de regalarle a Jay-Z unos 12,99 dólares más de suscripción antes de reclamar el resto del verano como propio. El lanzamiento en Tidal fue seguido una hora más tarde por un lyric video oficial que confirmaba lo que los quince usuarios de Tidal acababan de descubrir: Beyoncé manda a la población mundial a trabajar el martes por la mañana medio dormida, cogiendo la maleta con bolsas bajo los ojos de haber bailado toda la noche.
“Break My Soul” es un regreso absolutamente masivo al club para Beyoncé, con sintetizadores palpitantes de pared a pared e irresistibles recorridos vocales que afortunadamente se extienden más allá de la marca de los cuatro minutos. La canción se abre con la inconfundible voz de Big Freedia, icono queer y reina del rebote. voz y una energía de alto octanaje que asegura al oyente que está a punto de explotar.
Y si eso no es suficiente para que te atesores tus tacones de plataforma de 15 centímetros y pidas un Uber XL para ir al bar más cercano, entonces el conocido sample del legendario clásico de House de Robin S. “Show Me Love” lo hará por ti. Los millennials mayores están temblando. Beyoncé dijo: “¡Feliz Orgullo, Gen X!”.
Puede que esa centelleante línea de bajo House sea una de las más reconocibles de toda la historia del género, pero a Beyoncé no le resulta extraño tomar muestras y darles su propio e indeleble giro. La interpolación de “Break My Soul” se retuerce, gira y se transforma sobre la voz áspera y decidida de Beyoncé y un potente piano House, que se desvanece y se recubre de reverberación mientras Beyoncé se lanza a otro estribillo triunfal.
Desde el punto de vista lírico, la canción es un clásico del House: está llena de júbilo y desesperación. Aquí, Beyoncé encuentra el espacio para dejar de lado todo el artificio y la celebridad para escabullirse en la pista de un club lleno de humo en busca de lo mismo que todos queremos: una escapada.
Ella anhela una nueva motivación, una pizca de salvación, un poco de amor y mucha fuerza. “No me romperás el alma, se lo digo a todo el mundo”, decreta con un firme punto final. No se dirige a nadie en particular, sino a todos y a todo. Es una nueva filosofía en un momento de la historia en el que desplazarse por Twitter durante un segundo es seguro que te pone cara a cara con un nuevo e inesperado horror. Cada estribillo repetido del coro es una afirmación para el futuro. “Break My Soul” es tan gospel como dance.
Y, de acuerdo, sí, es un poco loco escuchar a Beyoncé cantando sobre dejar su trabajo de 9 a 5, algo que sabe absolutamente nada nada, pero ¿a quién le importa? En “Break My Soul”, es una mujer para el pueblo, nuestra resistente líder que nos guía a través de la difícil situación de la mundanidad cotidiana. En estos cuatro minutos y treinta y ocho segundos, Beyoncé no es Beyoncé. Es cada uno de nosotros que intenta pasar el día.
“Break My Soul” es tan brillante en gran medida porque suena como una larga mezcla de club referencial, como si 16 muestras diferentes se pusieran en capas en una sola pista, creando el set de DJ más feroz y demoledor que jamás hayas escuchado.
Puedes dar las gracias a Tricky Stewart y The-Dream por mantener la mejor fiesta del Orgullo del verano hasta bien pasado este mes. El dúo colaborador dirigió uno de los mayores éxitos de Bey, “Single Ladies”, y está preparado para otro igual de ineludible. No son sólo Beyoncé, Big Freedia y Robin S. Son los coros gospel, los toques de órganos y los brillantes sintetizadores de discoteca los que trabajan juntos para convertir una noche de desenfreno en una oscura pista de baile en la luz de un nuevo día que promete un poco más que el anterior.
Su naturaleza de chico de club da como resultado una canción que pide varias escuchas. Eso también la hace ligeramente repetitiva, con una estructura verso-estribillo algo atípica. Pero eso forma parte de su encanto. Está hecha para ser reproducida una y otra vez durante la noche. Algunas personas noasí, y “Break My Soul” será divisivo, como debería serlo cualquier regreso pop decente. Cualquier cosa que haga que el público se incline hacia un lado u otro es demasiado aburrida. Y Beyoncé no es aburrida (bueno, a menos que cuentes “Halo”).
La canción sólo lleva unas horas en el mercado y ya ha demostrado ser polémica entre fanspero Beyoncé no lo haría de otra manera. Sabe que la controversia y lo inesperado son mucho mejores para la longevidad de un proyecto que un consenso cultural establecido. Y con los lanzamientos sorpresa fuera de la ventana para el Renacimiento era, no hay duda de que el equipo Bey tiene todo un plan en su lugar.
Lo peor que se puede decir de “Break My Soul” es que hace mucha sombra al fantástico “Used to Know Me” de Charli XCX de marzo, que también sampleaba “Show Me Love”. Pero cuando Beyoncé quiere tirar de foco? Mundo, para.
Si “Break My Soul” es un indicio de los sonidos que Beyoncé explorará en Renaissance-y las asombrosas fotos de inspiración discotequera de su reciente perfil en British Vogue sugieren que lo son-, entonces no tenemos más remedio que prepararnos para el tramo más sudoroso, más loco, más agitador de culos y más lleno de gloria de finales de verano desde que “Déjà Vu” mantuvo tanto las discotecas como el TRL Studios hace dieciséis años. Deja que uno de los más grandes de todos los tiempos nos dé una pequeña muestra del pasado mientras nos impulsa hacia un nuevo y brillante futuro.