BEIRUT (AP) – Una embarcación submarina finalizó su misión de búsqueda frente a las costas del Líbano tras localizar una embarcación con migrantes que se hundió a principios de este año en el Mar Mediterráneo, pero se necesita un equipo más grande para sacarla, dijo el lunes un legislador.
Los comentarios del legislador Ashraf Rifi se produjeron días después de que el submarino encontrara los restos de al menos 10 migrantes que se ahogaron cuando su embarcación se hundió en abril frente al norte de Líbano con unas 30 personas a bordo.
La embarcación transportaba a decenas de libaneses, sirios y palestinos que intentaban emigrar por mar a Italia. Se hundió a más de cinco kilómetros del puerto de Trípoli, tras un enfrentamiento con la marina libanesa.
Esa noche se recuperaron diez cadáveres, entre ellos el de un niño, y se sacaron del Mediterráneo 48 supervivientes. Según las estimaciones de la marina, se cree que 30 personas se hundieron con el barco.
“La primera parte de la misión se ha completado al localizar el barco”, dijo Rifi en declaraciones recogidas por la Agencia Nacional de Noticias estatal. Añadió que para sacar el barco se necesitan equipos más grandes y potentes y que el gobierno debe continuar la misión.
Hace una semana, la pequeña embarcación submarina para tres personas -un submarino Piscis VI- comenzó a buscar los restos. El pecio fue localizado el miércoles, a una profundidad de unos 450 metros (unos 1.470 pies).
Las circunstancias del hundimiento del buque son controvertidas. Los supervivientes afirman que su embarcación fue embestida por la marina libanesa, mientras que los militares afirman que la embarcación de los emigrantes colisionó con un buque de la marina cuando intentaban huir.
El naufragio de abril fue la mayor tragedia de los migrantes en el Líbano en los últimos años y puso al gobierno aún más a la defensiva en un momento en que el país está en caída libre económica y la confianza pública en el Estado y sus instituciones se está desmoronando rápidamente.
Líbano tiene una población de 6 millones de habitantes, incluido un millón de refugiados sirios, y está sumido en una grave crisis económica desde finales de 2019.
El Líbano, que antes era un país que recibía refugiados, se ha convertido en una plataforma de lanzamiento para la peligrosa migración por mar hacia Europa.