El presidente de Egipto insta a los sudaneses a dialogar y niega haber apoyado un golpe de Estado

 El presidente de Egipto insta a los sudaneses a dialogar y niega haber apoyado un golpe de Estado

SHARM EL-SHEIKH, Egipto (AP) – El presidente egipcio Abdel Fattah el-Sissi instó el miércoles a las facciones rivales de Sudán a entablar conversaciones para avanzar en su transición a la democracia después de que un golpe de Estado derrocara al gobierno dirigido por civiles.

El golpe militar del 25 de octubre ha puesto en peligro los planes de Sudán de avanzar hacia la democracia después de tres décadas de represión y sanciones internacionales bajo el autócrata Omar al-Bashir. Un levantamiento popular forzó el derrocamiento militar de al-Bashir y su gobierno islamista en abril de 2019.

Egipto, que ha cultivado estrechos lazos con Sudán en los últimos años, teme que un estancamiento prolongado desestabilice aún más a su vecino del sur.

Tras el golpe, algunos líderes de la oposición sudanesa, entre ellos la ex ministra de Asuntos Exteriores Mariam al-Mahdi, sospecharon que Egipto había dado luz verde al líder militar sudanés, el general Abdel-Fattah Burhan, para derrocar al gobierno del primer ministro Abdalla Hamdok.

Egipto no firmó una declaración conjunta con Estados Unidos, Gran Bretaña, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos en la que se pedía al ejército sudanés que restaurara el gobierno dirigido por civiles.

En una conferencia de prensa en el centro turístico de Sharm el-Sheikh, en el Mar Rojo, el-Sissi negó estar del lado de ninguna de las partes en Sudán. Dijo que Egipto apoyaba a todas las partes del gobierno de transición e insistió en que su gobierno no interviene en los asuntos internos de otros países.

El líder egipcio pidió a las partes sudanesas que acuerden una hoja de ruta para estabilizar el país y celebrar elecciones al final de la transición.

“La situación en Sudán necesita un consenso político entre todas las fuerzas existentes, para que pueda ser una salida a la crisis actual”, dijo.

La toma del poder por parte de los militares ha sumido a Sudán en un estancamiento político y en incesantes protestas callejeras que han provocado la muerte de más de 60 personas desde el 25 de octubre. Los manifestantes quieren que un gobierno totalmente civil dirija el gobierno, mientras que los militares dicen que sólo entregarían el poder a una administración elegida.

La agitación se intensificó a principios de este mes tras la dimisión del asediado primer ministro Abdalla Hamdok, después de que no lograra alcanzar un compromiso entre los militares y el movimiento prodemocrático.

Hamdok había sido destituido en el golpe de Estado, pero fue restituido en noviembre como parte de un acuerdo con los militares. El acuerdo dejó de lado al movimiento prodemocrático, que ha movilizado las protestas callejeras. Los grupos de protesta planean manifestaciones masivas en todo el país el jueves para presionar a los militares.

El llamamiento de El-Sissi se produjo mientras las Naciones Unidas iniciaban consultas por separado a principios de esta semana con grupos sudaneses para crear confianza entre los militares y el movimiento prodemocrático antes de que posiblemente entablen conversaciones directas.

La misión de la ONU en Sudán instó el miércoles a las autoridades militares a cesar inmediatamente la violenta represión de los manifestantes para ayudar a “crear una atmósfera propicia para estas consultas.”

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