BUENOS AIRES, Argentina (AP) – El peso argentino cayó y los precios de las acciones bajaron el lunes después de que Silvina Batakis, de tendencia izquierdista, fuera nombrada ministra de economía tras la sorpresiva renuncia de su predecesor más moderado durante el fin de semana, mientras el país lucha con los problemas económicos.
Batakis fue nombrada a última hora del domingo para sustituir a Martín Guzmán, que era considerado una voz moderada dentro del Gabinete del Presidente Alberto Fernández. Guzmán había sido objeto de fuertes críticas por parte de los elementos más izquierdistas de la coalición de gobierno, incluida la vicepresidenta Cristina Fernández, que no es pariente del presidente.
El valor del peso bajó un 18% en un momento del mercado informal el lunes, llegando a 280 por dólar, antes de recuperarse un poco a última hora del día. Los precios de los bonos del Estado se desplomaron hasta un 10%, lo que indica el temor a un empeoramiento de la inflación, mientras que las acciones también sufrieron descensos.
La histórica volatilidad del peso hace que los argentinos ahorren en gran medida en dólares estadounidenses y que el tipo de cambio sea seguido de cerca como barómetro general de la economía.
Algunos analistas advirtieron que era demasiado pronto para decir si el peso está en un nuevo mínimo porque la actividad comercial fue muy ligera el lunes, lo que indica que mucha gente podría estar tomando una actitud de espera.
“Son precios que hay que tomar con pinzas hoy”, dijo Gustavo Ber, economista que dirige la consultora local Estudio Ber.
Pero otros dijeron que era una señal de que, después de varios choques económicos en las últimas décadas, los argentinos están preocupados de que la inflación, que ya está en una tasa anual del 60%, empeore bajo Batakis, que juró su cargo el lunes por la tarde.
“Esto es lo que esperábamos, una reacción bastante fuerte de los mercados”, dijo Marcos Buscaglia, un economista que es socio de la consultora local Alberdi Partners.
Los argentinos se agolparon en las tiendas durante el fin de semana para comprar artículos de gran valor como frigoríficos y hornos.
“Se avecina más inflación”, pronosticó Buscaglia, quien dijo que el nombramiento de Batakis indica que las preferencias políticas del vicepresidente de izquierda están predominando en el gobierno.
Fernández, que fue presidenta de Argentina entre 2007 y 2015 y sigue teniendo una fuerte base de apoyo, ha criticado públicamente los esfuerzos de austeridad destinados a tratar de controlar la inflación.
Guzmán, que era visto como un estrecho aliado de la presidenta, renunció el sábado con una carta de siete páginas publicada en Twitter, en un momento de tensión en la coalición de gobierno sobre cómo lidiar con los problemas económicos que atenazan al país.
Además de la inflación, Batakis tendrá que lidiar con una economía en la que cerca de cuatro de cada 10 argentinos son pobres y el Banco Central se está quedando sin reservas de divisas.
Batakis tiene una larga trayectoria en la función pública y fue ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país, entre 2011 y 2015 bajo el mando del entonces gobernador Daniel Scioli, quien recientemente fue nombrado ministro de Producción federal.
Un gran interrogante tiene que ver con el futuro del reciente acuerdo del país con el Fondo Monetario Internacional para reestructurar 44.000 millones de dólares de deuda.
Muchos miembros de izquierda de la coalición gobernante se han opuesto públicamente al acuerdo con el FMI, diciendo que implica demasiadas concesiones a la institución multilateral que obstaculizarán el crecimiento.
Mientras el país espera que Batakis exponga su plan para el futuro, algunos analistas advierten que su camino es difícil.
“Uno esperaría que la nueva ministra tratara de calmar primero el mercado financiero y luego ordenar la macro (economía)”, dijo Matías Carugati, economista de Consultora Seido. “Pero realmente es difícil saber hoy si eso ocurrirá, considerando que no tenemos mucha información sobre el plan del gobierno. Están asegurando la continuidad con respecto a lo que hacía Guzmán, pero fue precisamente ese plan el que llevó a su renuncia.”