ABUJA, Nigeria (AP) – El presidente de Nigeria dijo el miércoles que los 18 candidatos que compiten para convertirse en su sucesor se presentarán en unas elecciones “libres y justas” el próximo año.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, dijo ante la Asamblea General de la ONU que su objetivo antes de dejar el cargo es afianzar “un proceso de elecciones libres, justas y transparentes y creíbles a través de las cuales los nigerianos elijan a los líderes que deseen.”
“El nuestro es un vasto país fortalecido por su diversidad y sus valores comunes de trabajo duro, fe duradera y sentido de comunidad. Hemos invertido mucho para reforzar nuestro marco de elecciones libres y justas”, dijo Buhari.
Sólo hay una mujer entre los 18 candidatos presidenciales que la Comisión Electoral Nacional Independiente de Nigeria, o INEC, incluyó en su lista el martes. El mundo político nigeriano sigue dominado por los hombres, y las mujeres rara vez llegan a los puestos más altos.
Los analistas habían predicho que las elecciones de febrero de 2023 serían una carrera de dos hombres entre Bola Tinubu, de 70 años, ex gobernador de Lagos del All Progressives Congress de Buhari, y el ex vicepresidente Atiku Abubakar, de 75 años, que quedó en segundo lugar en las elecciones presidenciales de 2019.
Sin embargo, la creciente popularidad de Peter Obi, ex gobernador del estado de Anambra, en el sureste de Nigeria, lo ha situado por delante de los demás candidatos, según una encuesta reciente.
La comisión electoral prevé que 95 millones de votantes participen en las elecciones de febrero. Las crisis económicas y de seguridad han causado dificultades a muchos de los más de 200 millones de ciudadanos del país más poblado de África.
A pesar de ser uno de los principales productores de petróleo del continente, Nigeria se enfrenta a una tasa de desempleo del 33% y una tasa de pobreza del 40%, según las últimas estadísticas del gobierno. El país también ha luchado contra la insurgencia de los rebeldes extremistas islámicos en el noreste, así como contra la violencia armada que se extiende ahora por partes de las regiones del noroeste y el sureste.
Estos retos hacen que las elecciones presidenciales sean una “batalla por el alma del país”, dijo Idayat Hassan, que dirige el Centro para la Democracia y el Desarrollo centrado en África Occidental.