El ministro de Asuntos Exteriores italiano se reúne con responsables egipcios sobre migración y Libia

 El ministro de Asuntos Exteriores italiano se reúne con responsables egipcios sobre migración y Libia

EL CAIRO (AP) – El jefe de la diplomacia italiana mantuvo conversaciones el domingo con funcionarios egipcios y de la Liga Árabe en El Cairo, que se centraron en la seguridad regional y el conflicto en la vecina Libia, así como en asuntos bilaterales delicados.

El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, dijo que planteó al presidente de Egipto el caso de Giulio Regeni, un estudiante de posgrado italiano que fue secuestrado, torturado y asesinado en El Cairo en 2016, y el de Patrick George Zaki, un activista egipcio que estudiaba en Bolonia y que llevaba detenido casi dos años.

“Pedí y recibí garantías de una fuerte cooperación en los casos Regeni y Zaki”, escribió Tajani en Twitter. Más tarde, en una rueda de prensa conjunta con el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shoukry, afirmó que El Cairo “está dispuesto a eliminar los obstáculos” para resolver ambos casos. No ofreció más detalles.

Tajani dijo que en su reunión con el presidente Abdel Fattah el-Sissi también se trató la seguridad energética y la cooperación económica en el Mediterráneo, pero se centró “sobre todo” en la inestabilidad política en Libia y en los esfuerzos para detener la “inmigración irregular” procedente de ese país.

El ministro italiano de Asuntos Exteriores también se reunió con el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul-Gheit.

El caso Regeni agitó las relaciones de El Cairo con Roma, ya que la familia de Regeni y las autoridades italianas acusaron a las fuerzas de seguridad egipcias de torturarle y matarle. Los servicios de seguridad egipcios han negado cualquier implicación en el secuestro o la muerte de Regeni.

Regeni, de 28 años, era un estudiante de doctorado de la Universidad de Cambridge que investigaba los movimientos obreros en Egipto cuando fue secuestrado el 25 de enero de 2016. Su cuerpo fue encontrado al borde de una carretera varios días después con marcas de tortura extensiva, del tipo que los activistas y grupos de derechos dicen que es generalizada dentro de los centros de detención egipcios.

Zaki, por su parte, fue puesto en libertad en diciembre de 2021 a la espera de juicio acusado de difundir noticias falsas sobre Egipto, tanto en el país como en el extranjero, y no pudo viajar desde su liberación.

La detención y el juicio de Zaki se convirtieron en noticia de primera plana en Italia y desencadenaron una oleada de protestas estudiantiles en ese país. Para muchos italianos, su detención recordó a la muerte de Regeni.

Tajani declaró que su viaje a Egipto, y antes a Túnez, y el de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a Argelia, formaban parte de los esfuerzos de Italia por impulsar sus vínculos energéticos en la región y, lo que es más importante, frenar el flujo de migrantes que cruzan el Mediterráneo hacia Europa.

Egipto, que acoge a más de 6 millones de migrantes, ha pregonado durante años sus esfuerzos por impedir la salida de embarcaciones de migrantes desde sus costas. Pero en 2022 los migrantes egipcios figuraban entre las principales nacionalidades que llegaban a las costas europeas, principalmente pasando primero por la vecina Libia antes de emprender peligrosas travesías marítimas.

Libia se ha convertido en un centro neurálgico para los migrantes africanos y de Oriente Medio que tratan de viajar a Europa, e Italia recibe decenas de miles cada año. En los últimos años, Roma ha llegado a acuerdos con las autoridades de Trípoli, la capital libia, para tratar de impedir el flujo de inmigrantes.

Libia está sumida en el caos desde que un levantamiento respaldado por la OTAN derrocó y mató al dictador Moammar Gadhafi en 2011. El país está dividido entre dos administraciones rivales que reclaman legitimidad. Egipto apoya a las fuerzas con base en el este de Libia, mientras que Italia ha respaldado a la administración con base en Trípoli.

___

La periodista de Associated Press Frances D’Emilio contribuyó a este despacho desde Roma.

Related post