TOKIO (AP) — El jefe de la agencia nuclear de la ONU se encuentra en Japón para reunirse el martes con líderes gubernamentales y ver los preparativos finales para la liberación al mar de aguas residuales radiactivas tratadas provenientes de la dañada planta nuclear de Fukushima, en una visita que Japón espera brindar. credibilidad al plan contencioso.
El jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Mariano Grossi, se reunirá con el primer ministro Fumio Kishida más tarde el martes para presentar el informe final de la OIEA sobre la liberación de agua. Todas las evaluaciones intermedias del OIEA han sido positivas y se espera que el informe final diga que los planes de muestreo, prueba y monitoreo del agua involucrados en la liberación son adecuados y cumplen con los requisitos internacionales.
El agua radiactiva tratada, almacenada en unos 1.000 tanques que se acercan a su capacidad de 1,37 millones de toneladas, debe ser retirada para evitar fugas accidentales y dar cabida al desmantelamiento de la planta.
Los reguladores japoneses terminaron su inspección de seguridad final del equipo el viernes pasado y se espera que el operador de la planta Tokyo Electric Power Company Holdings reciba un permiso para descargar el agua en aproximadamente una semana. Podría hacerlo en cualquier momento después, aunque la fecha de inicio aún no se ha decidido en medio de preocupaciones y protestas.
Corea del Sur, China y algunas naciones insulares del Pacífico se oponen a la liberación de agua debido a preocupaciones de seguridad y razones políticas. Los grupos pesqueros locales están preocupados de que su reputación se vea dañada incluso si su captura no está contaminada, y otros, como las empresas locales de agua y playa y las empresas de turismo, están preocupados.
Japón ha buscado el apoyo de la OIEA para ganar credibilidad para el plan y garantías de que sus medidas de seguridad cumplen con los estándares internacionales. El OIEA ha realizado varios viajes a Japón desde principios de 2022, pero reconoce que no puede tomar decisiones por el gobierno japonés, incluida la detención de la liberación de aguas residuales.
Grossi también se reunirá el martes con los jefes de los ministerios japoneses y la agencia nuclear relacionada con la liberación de agua. Más tarde visitará la planta de Fukushima, que fue dañada por un gran terremoto y tsunami en 2011, durante su visita de cuatro días.
Para aliviar las preocupaciones en el extranjero, se espera que Grossi visite Corea del Sur, Nueva Zelanda y las Islas Cook después de su visita a Japón.
El gobierno de Japón y TEPCO dicen que el agua tratada, pero todavía ligeramente radiactiva, se diluirá a niveles más seguros que los estándares internacionales y se liberará gradualmente en el océano durante décadas, haciéndola inofensiva para las personas y la vida marina.
Algunos científicos dicen que se desconoce el impacto de la exposición prolongada a dosis bajas de radionúclidos. Otros dicen que el plan de liberación es seguro, pero piden más transparencia en el muestreo y seguimiento de la liberación.
El gobierno dice que se han circulado documentos cuestionables, incluido uno que alega que Japón presionó a la OIEA para eliminar información negativa de su informe final. El ministro de Relaciones Exteriores, Yoshimasa Hayashi, y otros funcionarios las han negado.