ALBUQUERQUE, N.M. (AP) – El jefe de policía de la ciudad más grande de Nuevo México quiere hacer frente a un aumento de los tiroteos por parte de sus agentes definiendo mejor la política de Albuquerque sobre el uso de la fuerza menos letal.
El Jefe Harold Medina hizo el anuncio el jueves. Dijo que su departamento ha estado trabajando con el Departamento de Justicia de EE.UU. y un equipo de supervisión independiente durante el último año para actualizar una política que fue adoptada por primera vez como parte de las reformas ordenadas por la corte derivadas de un acuerdo con funcionarios federales.
Medina dijo que los agentes recibirán formación sobre la política actualizada una vez que se apruebe.
“Quiero estar seguro de que los oficiales están facultados para utilizar la fuerza menos letal cuando sea necesario y cuando se puede utilizar con eficacia para evitar que un incidente se intensifique hasta el punto en que la fuerza mortal debe ser utilizada”, dijo en un comunicado.
El Departamento de Policía de Albuquerque presentó en noviembre datos que reflejaban el ritmo récord de este año de tiroteos por parte de agentes. En lo que va de año se han producido 18 tiroteos, frente a los 10 o menos de los cuatro años anteriores.
Medina señaló tres circunstancias comunes que suelen rodear a estos tiroteos: cuando los agentes intentan detener a sospechosos violentos; cuando las personas sufren un episodio de salud mental; y cuando personas con escasos antecedentes penales toman malas decisiones bajo los efectos de las drogas o el alcohol.
Los datos del departamento mostraron que ha habido 54 tiroteos policiales que datan de 2018. De los casos revisados, el 85% involucró a personas que estaban armadas con una pistola o un arma que parecía ser un arma de fuego.
Más de la mitad de los casos involucraron a personas bajo la influencia de drogas o alcohol, mientras que solo hubo dos casos en los que la intoxicación no jugó un papel. A falta de pruebas toxicológicas, se desconoce si las drogas o el alcohol desempeñaron un papel en el resto de los casos.
Aunque ha habido menos casos de uso de la fuerza en general, Medina reconoció de nuevo el jueves que el departamento ha visto un aumento de la fuerza letal.
Altos funcionarios del departamento de policía y la oficina del fiscal de la ciudad están llevando a cabo una revisión de los tiroteos de este año con el objetivo de identificar las tendencias que de otro modo podrían pasar desapercibidas en el transcurso del año. El grupo asignará preguntas específicas a expertos en la materia y fijará plazos para abordar esas cuestiones.
El departamento tiene previsto realizar estas revisiones cada seis meses.
Las organizaciones comunitarias, los defensores de los derechos civiles y las personas que presionan por más cambios han dicho que los casos recientes en Albuquerque y en otros lugares alrededor de Nuevo México subrayan la necesidad de una política de uso de la fuerza en todo el estado que incluya protocolos claros y coherentes para reducir la intensidad de las interacciones con el público.