El gran problema de esa ‘controladora Britney Spears’ nominada a los Emmy
Un documental sobre Britney Spears y la tutela que la sometió ha sido nominado al Emmy, a pesar del fuerte repudio público de la cantante a su representación.
Controlando a Britney Spears, estrenada en FX y Hulu el pasado mes de septiembre, se enfrenta a El estafador de Tinder, El sueño americano de George Carlin y otros títulos para el Documental Sobresaliente o Especial de No Ficción.
El ganador se anunciará en la ceremonia de septiembre, aunque a los ojos de Spears, todo el esfuerzo es una farsa indigna destinada a avergonzarla aún más.
“Fue la cosa más insultante que he visto en mi vida y cada persona con la que he hablado ha dicho que es la razón por la que la tutela terminó … REALMENTE ???”, dijo en un post de Instagram ya borrado durante el fin de semana, según capturas de pantalla publicadas por Just Jared. “Eso es lo más triste que he visto en mi vida … así que la gente no sólo se sale con la suya con lo que me hicieron, ni siquiera acercándose a compartir lo que realmente me hicieron, pero pueden exponerme en un tono tan vergonzoso afirmando que es para ‘Ayudarme'”.
Y continuó: “No sé por qué la gente cree que es legal humillarme completamente”.
El documental es una continuación de Framing Britney Spears, la primera exploración del turbio acuerdo que controló su vida durante 13 años. Ese documental fue nominado al Emmy el año pasado, aunque perdió ante Apple TV+ y A24. Boys State.
A ambos se les atribuyó el mérito de haber contribuido a su futuro éxito legal al explicar metódicamente cómo su distanciado padre, Jamie Spears, pudo jugar con el sistema judicial y arrebatarle el control de su cuenta bancaria, su horario de medicación y su libertad reproductiva mientras la cantante sufría una crisis nerviosa en 2008. Controlando contenía revelaciones aún más impactantes, ya que antiguos empleados afirmaban que Spears estaba constantemente vigilada mediante una cámara colocada en su habitación y un iPad que reflejaba el contenido de su teléfono a través de iCloud, compartiendo así todos los mensajes de texto y los intentos de llamada con su padre con ojos de halcón.
Aunque un juez de California liberó a Spears de los grilletes de su control en noviembre, Spears se ha mantenido firme en que fue ella quien lo hizo, y no la prensa que publicó vorazmente cada uno de sus movimientos en un esfuerzo por esbozar su desaparición para ese ciclo tan familiar de construirte y arrancarte.
La gran cantidad de documentales publicados el año pasado sobre lo que quizás sea el periodo más doloroso de su vida, hace que nos preguntemos si los medios de comunicación no estaban simplemente capitalizando su sufrimiento una vez más.
El icono del pop de 40 años dijo previamente que no vio todos los Enmarcado, pero que, sin embargo, “lloró durante dos semanas” por la forma en que fue retratada. Después de Controlar saliera a la luz, reveló que muchas de las acusaciones salaces “no son ciertas”.
“La gran cantidad de documentales publicados el año pasado sobre el que quizá sea el periodo más doloroso de su vida, hace que se cuestione si los medios de comunicación no están aprovechando su sufrimiento una vez más.”
The New York Times no respondió a una solicitud de comentarios de The Daily Beast.
Durante el fin de semana, Spears criticó el éxito de los documentales por minimizar sus propios esfuerzos para conseguir el control de su vida, sobre todo su testimonio en el tribunal el pasado mes de junio. En el apasionado alegato, dijo al juez que sus médicos -bajo la dirección de su padre y su socio Lou Taylor de Tri Star Sports & Entertainment Group- no le permitieron quitarse un DIU para poder tener hijos.
¡¡¡”Sólo quiero saber cómo son todas estas personas diciendo que me ayudó cuando me siento con sólo mi boca y mi PALABRA Y lo que dije en mi testimonio al juez !!! ESO lo dijo todo … eso sería SUFICIENTE. Pero no en Estados Unidos !!!”, dijo.
Por supuesto, los documentales se filman y publican sin la bendición de sus sujetos todo el tiempo. A veces es necesario en aras de la exactitud, y los documentales sobre personas muertas serían imposibles de hacer de otro modo. Pero es incómodo ver que un documental que implícitamente culpa a los medios de comunicación de la crisis de Spears y de su incesante cobertura negativa en los años ochenta, le cause aún más angustia en la actualidad.